Nada más ver la portada y el título de esta novela, y antes de saber su argumento, algo en ella me llamó muchísimo la atención y no dudé en que tenía que leerla. Cuando leí la sinopsis esas ganas crecieron. Sabía que me iba a gustar. Y ahora que la he terminado, me siento encantada de haberme dejado llevar por mi intuición.

No se puede vivir sin amor es una de esas novelas que te atrapa desde el principio, y no puedes soltar hasta que la terminas. De las que no te importa perder horas de sueño para seguir leyendo un poco más, y cuando te das cuenta te has leído la mitad del libro.

Es una novela de las que, con su particular historia, te araña el corazón. Con unos protagonistas a los que llegas a querer y adorar, con todos sus defectos, virtudes, luces y sombras que tienen. Para mí, son unos personajes que me serán difíciles de olvidar.

La trama de la novela es dura, ambos protagonistas pasan por momentos muy difíciles, de los que se tienen que recomponer y seguir adelante. Tiene muy buen desarrollo, bajo mi punto de vista no decae en ningún momento, manteniendo siempre las ganas de seguir leyendo. La muestra de valentía y de superación que demuestran los protagonistas es digna de admirar.

La autora ha logrado crear unos personajes reales, con miedos, pero con fuerza. Una ambientación estupenda, descripciones sin excesivos detalles, que me han llevado al lugar deseado en cada momento, los diálogos admirables, y una trama complicada por su crudeza, pero que la ha hilvanado de manera excepcional. Las distintas emociones que la autora me ha transmitido, hacen que la admire mucho, y que no me quiera perder ninguna obra de ella.

En general me parece una excelente novela, de las que se deben leer sin duda y recomendar. A partir de ahora intentaré seguir a la autora de cerca, y descubrir si sus demás novelas me llegaran tanto al corazón.