2º Libro de la serie Los espíritus de Blackheath

Ya en el libro anterior vimos que Chad Rutherford, conde Wycliffe a la muerte de su padre se encuentra con que ha heredado un título y unas propiedades asfixiadas por las deudas , para poder conseguir fondos decide colaborar con contrabandistas . Gracias a su título y a la información que proporciona se libra de ser ahorcado.

Cuando uno de los condenados lo quiere ver, le dice que tiene que ir a Penhollow , a la casa donde vivía su padre y que allí se pondrán en contacto con él, pero no le quiere dar mas información.

Con el fin de acabar con esta parte de su pasado se dirige a la propiedad, donde hacía mucho tiempo que no había estado , ya que piensa que quizás su padre no hubiera muerto si él hubiera estado allí . Por el camino se encuentra con el espíritu de una niña que le pide ayuda para alguien que está perdiendo su alma y le habla de muchos muertos a la vez lo acompaña hasta una pequeña iglesia.

La familia de Sophie tiene un periódico, para el cual ella realiza algún reportaje, aunque solo le dejan hacer los que puedan ser dignos de una dama. Buscando información en Londres se encuentra metida en un escándalo, con lo que deciden mandarla a casa de sus tios a Cornualles.

Una noche se despierta y ve unas luces diferentes en el faro, avisa a sus tíos pero estos le dicen que lo habrá soñado y que no se preocupe, pero ella que es un alma inquieta se pone una capa y sale a ver si encuentra algo. Con la niebla se pierde y da infinidad de vueltas hasta que ve una luz , hacia allí se dirige y es la capilla donde se encuentra Chad.

En la capilla se produce el primer encuentro entre los dos protagonistas, que, aunque desde un principio se atraen, su relación se basa en hacer averiguaciones de lo que está pasando en este pueblo , donde aparecen cadáveres y donde se cree en la leyenda de un barco fantasma.

En cuanto a los personajes me han gustado mucho los dos, Sophie,es una chica valiente , decidida y muy cabezona , que a pesar de los peligros en los que se ve envuelta no se amedrenta y siempre está en primera plana .
Chad que vive atormentado con su pasado y quiere acabar con todo aquello por lo que se siente culpable , empieza a hacer averiguaciones y a cada paso que da se encuentra con Sophie a la que tiene que ir salvando en varias ocasiones.

La historia entre ellos es bonita porque aunque se sienten atraidos en seguida , el amor va creciendo poco a poco y cuando se enamoran , Sophie lo reconoce , pero a Chad le persigue su pasado y piensa que ella merece algo mejor con lo que intenta alejarla todo el tiempo de su lado.

Me gustó el primer libro de la serie aunque le encontré alguna pega, pero este me ha gustado mucho, es un libro con un halo de misterio, los acantilados, la niebla y los fantasmas hacen que estés atrapada en su lectura.

Valoración 4,5

Bueno, pues ya me leí el segundo libro de esta autora y en el que tenía esperanzas de que me gustara más que el primero de la serie, porque siempre me llamó más el argumento y la trama de Oscura Tentación que la del primero, pero por desgracia no ha sido así.

Si bien el argumento y el tema lo encuentro más interesante que el primero y el ambiente de la historia está mucho más logrado y resulta más atractivo porque es un poco más tétrico, más gótico, en resumen la historia me ha aburrido mucho. Creo que es la manera de escribir de la autora que no termina de convencerme y no logra atraparme.

Ya conocimos a Chad Rutheford, conde Wycliffe en el primer libro y pudimos descubrir al final de éste a que se dedicaba y porqué.

Al morir su padre Chad descubre que está en la ruina y para intentar salvar su herencia empieza a dedicarse a negocios ilícitos colaborando con los contrabandistas que tan famosos eran hace siglos en las costas de Cornualles. Aunque no es algo que le guste hacer, piensa que es la única y la mejor manera de sacar un poco de dinero.

Se libra de ser juzgado por ser conde y aportar información, pero uno de los juzgados le dice que tiene que regresar a Penhalow porque los contrabandistas no han terminado aún con él.

Así Chad regresa a una propiedad que no le trae buenos recuerdos, Edgecombe, donde murió su padre y que además dicen, está habitada por fantasmas.

Sophie St. Clare es una joven que pertenece a una familia que tiene un periódico y donde ella colabora haciendo artículos, pero tras un escándalo en el que se ve implicada, termina pasando una temporada en casa de sus tíos en Penhalow. Para no perder el tiempo, decide investigar un poco sobre la propiedad de Edgecombe, para poder hacer un artículo sobre él. Pero las cosas en Penhalow son todas bastante extrañas. Una noche se despierta y ve un barco en la costa que se dirige hacia unas luces que no son las del puerto, desesperada porque piensa que va a pasar una tragedia pide ayuda a sus tíos, pero estos no le hacen caso, por lo que decide salir sola yen busca de alguien que la ayude.

Pero en el camino se encuentra con Chad, ambos perdidos en la niebla y sin rastro del barco. Ahí es donde se conocen los dos y es donde empiezan las investigaciones que los llevarán a ambos a descubrir los negocios de los contrabandistas, y algunos de los misterios que se ocultan en ese pueblo costero donde los espíritus y fantasmas merodean pidiendo justicia.

El ambiente gótico, a veces hasta tétrico, es lo que más me ha gustado del libro y por lo que pensé que me gustaría más que el anterior. También los personajes me han gustado más, aunque se conocen y los dos se sienten atraídos, la relación no se precipita, se van conociendo y van pasando tiempo juntos, conociéndose desenmarañando los misterios que los rodean.

Muchos personajes raros o sospechosos, muchos misterios y fantasmas en esta historia que sin embargo no me ha convencido, que estaba deseando terminar y que se me hizo un poco pesada.

Como el anterior libro, no es que sea mal libro, es que simplemente en las dos historias me falta algo que me enganche y me atrape.

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