Detalle de la opinión
4.8 2 0.5Mariam es una apuesta segura
Valoración
4.5
Mentiría si no diría que el título me atrapó.
Y volvería a mentir si dijera que mi mente revolucionada comenzó a inventar quién podría ser esa persona que podría ocultar su identidad. De hecho, pensé que una prófuga de la justicia se escapaba y se escondía en el pueblecito, que entre todos la ayudaban con sus problemas puesto que sus circunstancias vitales habían sido de lo más injustas y que, obviamente, terminaba por enamorarse de alguien del pueblo.
¿Acerté en algo? Como suele pasar, no.
Porque no me imaginé de ninguna de las maneras que esa impostora y quien estaba ocultando su verdadera identidad era la señorita Sherman. La estirada y seria profesora de etiqueta.
O mejor, lady Grace, porque no es ni más ni menos que la hija de un conde. Ahí es nada.
La pobre chica tiene una vida dura desde bien pequeña. Además, pronto descubre que su pretendiente solo la quiere por interés, que su institutriz no es solo eso y que además, planean asesinarla. Todo eso tras quedarse huérfana. Casi nada.
Por esa parte, entiendo que, al huir - obviamente, es preferible la huida a la muerte - tratase de ocultarse, manteniendo un perfil lo más bajo posible. Y, como es una dama; es decir, no sabe valerse por si misma en las tareas cotidianas de la vida, lo "único" en lo que puede ser útil es en la enseñanza de buenos modales y comportamiento...¿qué mejor trabajo que ser la profesora de eso en la escuela para señoritas de lady Acton?
Y por otro lado tenemos a Duhncan Bissop, el nuevo profesor de caballos de la escuelas. Él no es noble - de corazón sí, pero no de estatus - sino que viene de Cumbria y desea crear unas caballerizas porque su familia se dedica desde siempre a la crianza de caballos. Es jovial, vital y despreocupado en el buen sentido de la palabra - si lo tiene -
Lo que quiero decir es que es lo opuesto a Valery y, como tal, pronto se siente atraído por ella. Además, es un hombre decidido, aunque paciente. De ahí que se tome con calma pero con decisión la conquista de la profesora. Pero, también tiene su parte de historia de "sufrimiento" y desamores, lo cual hará que nos enamoremos un poquito más de él.
Me ha gustado mucho sus tira y afloja, su historia de amor y sobre todo, cómo ella misma incumple lo que plantea al vivir momentos de pasión descontrolada con Duhncan cuando precisamente enseña lo contrario. Y cómo él la hace feliz al permitirle volver a montar a caballo, una de sus pasiones, utilizando una triquiñuela para ello. O cómo ella se pone celosa de la relación de amistad con la directora de la escuela.
Por otra parte me ha encantado la sensación de hermandad y familia que Valery encuentra en Minstrel Valley y en la escuela de señoritas. Especialmente me ha gustado ver sus reacciones al descubrir la identidad, de sorpresa, pero de aceptación y bienvenida.
Me sorprendió gratamente encontrarme de nuevo con Olivia y lord Northcott de la primera novela y poder saber un nuevo detalle de la leyenda de la Dama Blanca y su Juglar. En este caso, a través de una Biblia descubriremos que el nombre de la dama era Anne Scott y que la historia bien pudo haber sucedido en 1291. No quiero decir nada pero...hay unos restos en el pueblo que pertenecieron a dicha familia...
¡Ah bueno! No quiero dejar pasar hablar mínimamente del final de esta historia...Esos intentos de asesinato, esa boda falsa y esa triquiñuela de suplantación de identidad para conseguir el dinero, que es lo que el pretendiente de lady Grace y su amante siempre habían querido en realidad. Perdón por el spoiler.
Lo único que me hubiera gustado es que al final Duhncan le hubiera pedido la mano a Lady Acton y no al conde de Redcliff. Hubiera sido muy top.
En resumen, es una historia de amor, pero no solo eso. Tiene intriga, subtramas y muchos secretos que serán revelados desde las primeras, porque todos los personajes ocultan cierta información de sus vidas.
Os la recomiendo, porque sigue en la línea de su predecesora.
¡Pronto volveré con la cuarta entrega!
¿A quién nos tocará descubrir otra vez?
Y volvería a mentir si dijera que mi mente revolucionada comenzó a inventar quién podría ser esa persona que podría ocultar su identidad. De hecho, pensé que una prófuga de la justicia se escapaba y se escondía en el pueblecito, que entre todos la ayudaban con sus problemas puesto que sus circunstancias vitales habían sido de lo más injustas y que, obviamente, terminaba por enamorarse de alguien del pueblo.
¿Acerté en algo? Como suele pasar, no.
Porque no me imaginé de ninguna de las maneras que esa impostora y quien estaba ocultando su verdadera identidad era la señorita Sherman. La estirada y seria profesora de etiqueta.
O mejor, lady Grace, porque no es ni más ni menos que la hija de un conde. Ahí es nada.
La pobre chica tiene una vida dura desde bien pequeña. Además, pronto descubre que su pretendiente solo la quiere por interés, que su institutriz no es solo eso y que además, planean asesinarla. Todo eso tras quedarse huérfana. Casi nada.
Por esa parte, entiendo que, al huir - obviamente, es preferible la huida a la muerte - tratase de ocultarse, manteniendo un perfil lo más bajo posible. Y, como es una dama; es decir, no sabe valerse por si misma en las tareas cotidianas de la vida, lo "único" en lo que puede ser útil es en la enseñanza de buenos modales y comportamiento...¿qué mejor trabajo que ser la profesora de eso en la escuela para señoritas de lady Acton?
Y por otro lado tenemos a Duhncan Bissop, el nuevo profesor de caballos de la escuelas. Él no es noble - de corazón sí, pero no de estatus - sino que viene de Cumbria y desea crear unas caballerizas porque su familia se dedica desde siempre a la crianza de caballos. Es jovial, vital y despreocupado en el buen sentido de la palabra - si lo tiene -
Lo que quiero decir es que es lo opuesto a Valery y, como tal, pronto se siente atraído por ella. Además, es un hombre decidido, aunque paciente. De ahí que se tome con calma pero con decisión la conquista de la profesora. Pero, también tiene su parte de historia de "sufrimiento" y desamores, lo cual hará que nos enamoremos un poquito más de él.
Me ha gustado mucho sus tira y afloja, su historia de amor y sobre todo, cómo ella misma incumple lo que plantea al vivir momentos de pasión descontrolada con Duhncan cuando precisamente enseña lo contrario. Y cómo él la hace feliz al permitirle volver a montar a caballo, una de sus pasiones, utilizando una triquiñuela para ello. O cómo ella se pone celosa de la relación de amistad con la directora de la escuela.
Por otra parte me ha encantado la sensación de hermandad y familia que Valery encuentra en Minstrel Valley y en la escuela de señoritas. Especialmente me ha gustado ver sus reacciones al descubrir la identidad, de sorpresa, pero de aceptación y bienvenida.
Me sorprendió gratamente encontrarme de nuevo con Olivia y lord Northcott de la primera novela y poder saber un nuevo detalle de la leyenda de la Dama Blanca y su Juglar. En este caso, a través de una Biblia descubriremos que el nombre de la dama era Anne Scott y que la historia bien pudo haber sucedido en 1291. No quiero decir nada pero...hay unos restos en el pueblo que pertenecieron a dicha familia...
¡Ah bueno! No quiero dejar pasar hablar mínimamente del final de esta historia...Esos intentos de asesinato, esa boda falsa y esa triquiñuela de suplantación de identidad para conseguir el dinero, que es lo que el pretendiente de lady Grace y su amante siempre habían querido en realidad. Perdón por el spoiler.
Lo único que me hubiera gustado es que al final Duhncan le hubiera pedido la mano a Lady Acton y no al conde de Redcliff. Hubiera sido muy top.
En resumen, es una historia de amor, pero no solo eso. Tiene intriga, subtramas y muchos secretos que serán revelados desde las primeras, porque todos los personajes ocultan cierta información de sus vidas.
Os la recomiendo, porque sigue en la línea de su predecesora.
¡Pronto volveré con la cuarta entrega!
¿A quién nos tocará descubrir otra vez?