La novia robada es el octavo libro de la saga Dinastía de Warenne. No es uno de sus mejores libros, y hasta he llegado a pensar en algún momento que volvía una y otra vez a tratar el mismo tema, pero aún así me ha gustado la historia de Eleanor de Warenne y Sean O´Neill.

Eleanor estaba asustada. Sólo faltaban tres días para su boda con Peter Sinclair, pero no podía evitar sentir angustia y temor por lo que iba a hacer. Necesitaba saber si su amado Sean estaba vivo o muerto. Habían pasado cuatro años desde que se despidieron al borde de la hacienda, pero aún no había podido olvidar al muchacho con el que creció. Durante años había sido su sombra. Le había seguido, espiado, incitado, pero su amor nunca había sido correspondido por Sean que sólo la había cuidado como si fuera una hermana. Y ahora, a unos días de la boda, su familia no solo descubre que Sean llevaba preso dos largos años en Dublín, acusado de traición, sino que además había escapado. ¿Se atrevería a regresar por Adare?

Sean ya no era el mismo muchacho alegre de su juventud. Había resultado herido en prisión y arrastraba importantes secuelas. Con la visión debilitada, y con importantes problemas para poder articular las palabras, tras dos años en un sucio y estrecho agujero, necesitaba ayuda para escapar. Precisaba una nueva identidad y un medio de transporte hacia el nuevo mundo. Cuando la ayuda de McBane le trae recuerdos de Adare y de Elle, no puede evitar verla una vez más antes de que él desaparezca.

El reencuentro no podrá evitar que afloren de nuevo los sentimientos de Elle. ¿Cómo conseguirá escapar con Sean si él se niega a que se fuguen juntos? ¿Podrá contar Eleanor con la ayuda de sus hermanos para conseguirlo? Todo parece que la despedida será definitiva, pero en último momento Sean no será capaz de abandonarla. Con el sanguinario coronel Reed pisándoles los talones los hermanos de ambos aunaran sus fuerzas para conseguir demostrar la inocencia del joven, o su fuga.

La novela me ha resultado interesante y en general su lectura me ha atrapado desde el principio. Sólo le pongo un pero. Volvía una y otra vez a tratar el mismo tema. Ella está enamorada de Sean desde la infancia. Le espía, le persigue, y a pesar de estar a las puertas de su boda, está empeñada en huir con él en contra de la voluntad de O´Neill. Se hace pesada en ocasiones tan empeñada como está en salirse con la suya. Sobre todo, porque no se sincera con Peter Sinclair. No está dispuesta a escuchar si las opiniones de los demás son importantes o no. Ella le quiere a él (Sean), y lo quiere ya.

Sean me parece un hombre atormentado. Tiene sus propios demonios que lo torturan continuamente. No puede evitar sentirse culpable de la muerte de su esposa y de la desaparición de su hijo. Le pesa más a su conciencia este trauma que el hecho de ser un reo acusado de traición. Pese a los dos años de encierro prácticamente solo en la oscuridad sigue siendo noble y generoso. Tras descubrirse enamorado de Eleanor sabe que no le puede brindar un futuro seguro, e intenta eludirla continuamente. No le da esperanzas, pues él mismo no las tiene. Tampoco desea que se involucren los demás miembros de la familia. El temor a que pierdan propiedades y fortunas por ayudar a un traidor le impide solicitar ayuda.

En la novela también hay buenos secundarios. A algunos ya les conocía. Devlin era el protagonista de El premio, una novela que me gustó bastante. A otros, como Tyrell, Cliff y Rex estoy deseando conocer. También tenemos al repelente y malvado coronel Reed que da su punto inquietante a la persecución.

En fin, una novela que si se deja de lado la obsesión de Elle por O´Neill me ha gustado bastante. Me ha resultado entretenida, inquietante en ocasiones y, hasta cierto punto, romántica.

La puntúo con un 4/5.