- Romántica histórica
- La conquista de Sigimor
La conquista de Sigimor
Detalles del libro
- Romántica histórica
Libro 1 de la Serie "El clan de los Cameron"
Lady Jolene Gerard corre peligro entre los muros del castillo de Drumwich y lo sabe. Para escapar de su ambicioso primo no duda en pedir ayuda al escocés que se encuentra encadenado en las mazmorras del castillo.
A cambio de su libertad, el rudo Sigimor ayuda a Jolene y a su joven sobrino a huir de una muerte segura. Jolene estaba preparada para luchar por su vida, pero entre los brazos de Sigimor, lo que está en peligro es su corazón. Él llegó demasiado tarde para salvar al inglés con quien tenía una deuda de sangre, pero aún puede hacer algo por su adorable hermana. Aturdido por el deseo que siente por la apasionada inglesa, Sigimor trata de ponerlos a salvo de la tenaz persecución de sus enemigos.
Y mientras el dulce deseo ejerce su hechizo, el secreto que anhelan compartir permanece encerrado en una batalla de obstinado orgullo. Y cuando se da cuenta de que para salvar a Jolene no le queda más remedio que casarse con ella, hará todo lo posible para que ese pacto nacido de la pasión se selle con un beso de amor verdadero.
Opiniones de los usuarios
Sigimor no llegó a tiempo de salvar al inglés al que debía una deuda de sangre, pero todavía puede ayudar a su encantadora hermana. Aunque el deseo que siente por la descarada muchacha inglesa amenaza con distraerlo, no descansará hasta que Jolene esté a salvo de sus perseguidores.
Esta encantadora novela ambientada en las Highland escocesas compone la primera novela de El clan de los Cameron. Se trata de una serie directamente relacionada con la saga dedicada a la familia Murray.
Sigimor, un impresionante Highlander de treinta y dos años y casi dos metros de altura había viajado a Inglaterra con la intención de devolver una deuda de honor. Le debía la vida a Peter Gerard, y había llegado el momento de devolver el favor. Una carta apresurada y apremiante le indicaba que su vida, y la de sus allegados, estaban en peligro. Acompañado de su hermano pequeño Tait, su cuñado Nanty MacEnroy, y sus primos Liam, Marcus y David, había viajado con premura a Drumwich. Lo que lamentaba era no haber llegado a tiempo y no haber estado atento a la trampa en la que habían caído. Ahora languidecía, junto a sus familiares, encadenado a los imponentes muros de la maloliente y sucia mazmorra mientras esperaban ser ahorcados. Necesitaba urgentemente un plan o un milagro. Lo que no esperaba era la llegada de una bella y frágil sassenach dispuesta a hacer un trato. Su imperiosa necesidad de huir del castillo, junto a su sobrino, a tierras seguras, le lleva a ofrecerle al poderoso laird su ayuda a escapar de las mazmorras. Durante el viaje, deberá enfrentarse no solo a las dificultades de la huida hacia Dubheidland, sino también a la atracción cada vez mayor por la joven inglesa. Una huida que no resulta fácil, pues la avaricia de Harold y su furia por la fuga de Jolene y Reynard, no tiene límites. Sigimor solo conoce una manera de mantener a la joven con vida. Una boda apresurada que le permita ciertos derechos si Harold intentara arrebatársela. Ya en tierras escocesas descubrirá a la extensa familia de su esposo, la verdadera amistad y, sobre todo, el amor.
Me encantan las novelas escocesas y, en cuanto vi esta novela supe que no podía dejar pasar la oportunidad de hacerme con ella. No se trata de una historia enrevesada con una amplia documentación histórica, de la que tanto abusan algunas escritoras en sus novelas. Contiene más bien una historia sencilla, con una huida por lugares más o menos peligrosos, hasta una zona segura. Todo enmarcado por la lealtad, el valor y el honor del que suelen tener gala de poseer los escoceses.
Me ha encantado el personaje de Sigimor, El lord de Dubheidland. Un hombre carente de humor y extremadamente serio que desde el principio debe luchar entre mantenerse indiferente o aceptar lo que su subconsciente le indica. Que Jolene es su compañera del alma, su alma gemela. Pero su experiencia con las mujeres, extrañamente escasa, no le había dejado un buen sabor de boca en otras ocasiones y le cuesta mucho aceptarlo. También me ha llamado mucho la atención, por supuesto de forma grata, su aspecto cariñoso y familiar a pesar de su físico imponente y su fiereza. No hay que olvidarse de la femenina Jolene que debe dilucidar qué es lo más importante para ella. El pequeño Reynard o el fiel, valiente y honorable Sigimor. Incluso es importante destacar el papel de los personajes secundarios que dan mayor agilidad a los diálogos y aumentan el entretenimiento de la novela. Está Harold, el malvado, rastrero, despreciable y letal tío; y la empobrecida, avariciosa, egoísta y vanidosa viuda decidida a reconquistar a Sigimor. Y, como no, todo un clan lleno de hombres imponentes, muchos de ellos bastardos, a los que yo por lo menos deseo conocer con más detalle.
Como ya he dicho se trata de una encantadora y sencilla novela que te atrapa de principio a fin, conduciéndote durante unas cuantas horas a esas magníficas tierras escocesas. La recomiendo.
La puntúo con un 4.5 sobre 5.