Hacía muchísimos años que no leía nada de Johanna Lindsey, ella fue una de las "culpables" de que ahora sea una lectora empedernida de este género, también es verdad que los últimos que leí no me convencieron tanto ,y que yo me fui decantando por la novela contemporánea, pero después de ver tantas opiniones en las que decían que volvía a ser la Lindsey de antaño decidí darle otra oportunidad, y el resultado ha sido muy satisfactorio, de hecho ya me ha entrado el gusanillo por leer alguna otra novela de esta autora.

Dominic Wolfe ya ha retado a tres duelos a Robert Whitworth, temiéndose que alguno de los dos acabará con la vida del otro, el príncipe ha decidido acabar con las disputas, y para ello Dominic deberá casarse con Brooke, la hermana pequeña de Robert, si alguna de las partes no cumpliera con su cometido sus posesiones pasarían a manos del príncipe.

Brooke está a punto de cumplir los dieciocho años y le hace especial ilusión su presentación en sociedad, con un poco de suerte conocerá a algún hombre con el que casarse y podrá de salir de su casa, pero cuando recibe la noticia de que debe marchar a Yorkshire a casarse con el enemigo de su hermano su mundo se le cae a los pies, aunque, quizás no sea tan malo y al menos le habrá servido para escapar de un hogar donde no es querida.

El primer encuentro entre Brooke y Dominic no puede ir peor, él está malherido después del duelo con su hermano y no la quiere ni ver, ella no piensa dejarse amedrentar por él y volver a casa, porque eso significaría un encierro todavía peor.

Así que lo mejor que puede hacer Brooke es ser ella misma e intentar que él logre amarla, aunque no tiene una fácil tarea por delante.

Me han gustado mucho Brooke y Dominic, ella no ha tenido una vida sencilla, en su casa nadie le ha dedicado ni un momento de su tiempo, así que solo cuenta con el apoyo de su doncella Alfreda, cuando la ponen camino a su nueva vida, se rebela e incluso piensa en una huída, pero se da cuenta de que Dominic puede ser una buena salida, solo hace falta que los dos se enamoren y puedan vivir una vida feliz.

Dominic odia a Robert y, por descontado, a toda su familia, aunque se sorprende al ver una jovencita tan guapa y con buena disposición a curarle, pero él no se fía y tampoco quiere casarse, así que no hace más que mostrarse desagradable para espantarla, aunque ante el tesón de Brooke por que las cosas funcionen, el corazón de Dominic va cediendo poco a poco.

La historia de amor se va fraguando poco a poco, primero los sentimientos son de rechazo y desconfianza, después dan paso a la aceptación y paso a paso los sentimientos van saliendo a flote.

En cuanto a secundarios, hay que destacar a Alfreda, la sirvienta, doncella, amiga y confidente de Brooke, que actúa como si de su hija se tratara, y también Gabriel, el ayudante y amigo de Dominic, un personaje simpático que da mucho juego a la historia.

En definitiva, Hazme amarte es una historia sencilla, dulce y de fácil lectura que va de menos a más, sin ser de las mejores novelas de la autora, me ha hecho sentir las sensaciones que me provocaban sus primeras novelas, que ya es mucho. Con unos protagonistas que convencen y unos secundarios que los refuerzan, y además una historia de amor de las que se cuece a fuego lento.

Cuando aparece en el mercado una nueva obra de Johanna Lindsey, corro enseguida a hacerme con ella. La sigo desde hace años y he leído todo lo que ha escrito. Así que esta es mi última adquisición y como siempre, he quedado complacida con su lectura.

En esta ocasión la época en la que transcurre la historia es durante las guerras napoleónicas y el periodo está bien descrito tanto en datos históricos con en otros datos como, por ejemplo, los vestidos.

Brooke es la típica protagonista femenina que suele crear Lindsey, valiente, avanzada para su época y con buen corazón, pero que, en este caso y apabullada por una familia que no la quiere, ha aprendido a ocultar sus sentimientos y su carácter rebelde. Desea ese matrimonio, que será el motivo para irse de su casa y emprender una nueva vida, lejos de su familia, por lo que decide que va a hacer que Wolfe la ame y no quiera echarla de su lado.

Wolfe, tiene sus motivos para odiar, no solo al hermano de Brooke, sino a toda la familia, por lo tanto a ella también. Se lo llevan los demonios cada vez que piensa en ese matrimonio y más cuando la ve. Su furor crece día a día.

Debido a circunstancias, la boda se tiene que aplazar, pero llega el momento en el cual es inevitable, aunque... hay acontecimientos que desencadenaran imprevistos.

Hay dos secundarios que hay que mencionar porque son importantes, aunque hay muchos más, pero estos dos aportan mucho a la narración. Una es Alfredo, la compañera de Broke, que es como una madre para ella y Gabriel que es el amigo desde la niñez de Wolfe, un simpático bribón.

La descripción de los paisajes y todo el entorno de la mansión donde habitan Brooke y Wolfe, me ha encantado por su minuciosidad y belleza al relatarlo.

La historia es muy bonita, dulce y sensual, como acostumbra esta autora. Está llena de aventuras, descubrimientos que te asombran y no te esperas. Los diálogos son divertidos entre ellos, ya que Brooke tiene mucho sentido del humor y es muy dulce. Algo que me ha gustado también y, que hace fácil su lectura, es, que los capítulos son cortos. Y, por supuesto, una prosa cuidada, como siempre y, una trama que te envuelve y te engancha desde el principio y que te hace disfrutar de una lectura sencilla y bonita.

La recomiendo, sobre todo a l@s seguidor@s de Johanna Lindsey