Este es el tercer libro de la serie Lecciones de amor, y es el que más me ha gustado, porque el primero me decepcionó un poco. Aunque esta trilogía no ha llegado a gustarme como la que publicó Terciopelo hace unos años, pero no ha estado mal del todo.

Estamos ante una novela con protagonista atormentado, con un pasado horrible por descubrirse. Robert ya me llamó la atención como secundario cuando salió en el primer libro de la serie. Me pareció un personaje muy interesante y que podría dar mucho juego. Un hombre que había vuelto de la guerra, herido tanto físicamente como en su alma. La verdad es que he estado totalmente intrigada por conocer qué sucesos le habían llevado a convertirse en un ser solitario, que no hablaba con nadie, que sufría constantes pesadillas y que nunca sonreía.

Creo que en esta novela juega un papel muy importate la protagonista femenina, ya que es gracias a ella que Robert consigue sacar fuera sus miedos y su horrible pasado en la guerra.

El héroe no es tan divertida como otras novelas de Enoch, es un libro más serio, más profundo, no tan ligero como otras novelas de esta escritora.

Tiene momentos muy conmovedores, y la relación entre ellos dos va avanzando poco a poco, como debe ser. Aunque Robert tiene claro desde un principio que Lucinda es todo lo que quiere y la única persona capaz de sacarlo de su oscuridad.

Me gustaría que Enoch siguiera escribiendo los libros del resto de hermanos, porque parece muy interesante. Son una familia al más puro estilo de los Malory.

Aunque no lo volveré a leer, ha sido una agradable lectura y es la novela que más me ha gustado de la serie.