- Romántica histórica
- Cómo conquistar a un príncipe
Cómo conquistar a un príncipe
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- Romántica histórica
Libro 3 de la Serie "Hermanas Royle"
Cuando Elizabeth Royle, la más joven de las hermanas Royle, se encuentra cara a cara con su futuro esposo, un hombre que ha visto sólo en sus sueños, estuvo a punto de desmayarse - especialmente cuando descubre que él es un príncipe. Pero su embelesamiento dura bastante poco, en cuanto se entera de que el hombre que anhela está comprometido con otra - una princesa nada menos. Cualquier mujer renunciaría, pero Elizabeth es una Royle, después de todo.
Negarse a entregar sus sueños de una boda real no entra en sus planes, por eso, Elizabeth toma la posición de dama de honor de la princesa, decidida a acercarse al hombre de sus sueños. Pero el amante que ella desea no es lo que parece ... y sólo una vez que se descubre al verdadero hombre que hay detrás de la corona encontrará el amor perfecto que ha estado anhelando durante toda su vida.
Opiniones de los usuarios
Por supuesto no os lo voy a desvelar pero sí trataré de exponer mi opinión sobre la esperada historia de Elizabeth Royle.
Sin lugar a dudas, en mi caso, era la tercera trilliza, Elizabeth, la que más intriga despertaba. El porqué es sencillo. Ese don que tiene para ver el futuro a través de sus sueños creó unas expectativas en mí sobre su historia. Pues tras presagiar las bodas de sus dos hermanas ¿llegaría el día en que soñaría con su futuro marido? Sin embargo su sueño es un tanto confuso... en realidad siempre lo son y, en ocasiones, no se cumplen al pie de la letra.
En primer lugar debo decir que, en líneas generales, en mi opinión esta novela sigue el esquema de las dos anteriores. Como sus predecesores me ha parecido una historia sencilla, divertida y aunque no me ha mantenido en suspenso sí me ha hecho pasar un rato entretenido. No es una novela muy larga. Eso, junto a la agilidad de los diálogos hace que se lea muy rápido. Sin embargo, también debo decir que de las tres es la que menos me ha gustado. Puede que sea porque, como digo, es de la que más esperaba.
Cuando comencé a leer esta trilogía, sinceramente, lo hice por curiosidad. No esperaba unas novelas intensas, profundas ni de ésas que despiertan grandes emociones. Pero en su sencillez me parecieron lecturas agradables y sin complicaciones. Libro tras libro se ha repetido lo mismo. También en Cómo conquistar a un príncipe, si bien no es mi preferida de las tres.
El punto de partida me pareció muy atractivo. Elizabeth sueña con su futuro marido que es nada y nada menos que uno de esos príncipes de nombres rimbombantes, Leopold de Sajonia-Coburgo-Saalfield que, por desgracia para Lizzy, se rumorea está comprometido con la princesa Charlotte (la que podría ser su hermanastra si se comprueba que realmente es hija de príncipe de Gales). No obstante, enseguida descubrimos que en realidad el hombre que atrae a Lizzy es Sumner, Lord Whitevale, primo del príncipe de Sajonia, militar y también guardaespaldas del susodicho príncipe.
Después de que el príncipe recibiera varias amenazas de muerte, a causa del gran parecido físico que los une, Sumner decide hacerse pasar por él para protegerlo. Y claro... así nace el malentendido entre Sumner y Lizzy. Pero el príncipe que Lizzy conoce no es en realidad el verdadero y Sumner no puedo confesar la verdad.
La historia es entretenida, pero ha habido algunos momentos en que las situaciones que se desencadenaban no me resultaban divertidas ni excesivamente interesantes. Más bien tenía la sensación de que, en ocasiones, los personajes de Charlotte y Leopold, más que hacer más compleja la novela interponiéndose entre Lizzy y Sumner, le quitaban fluidez y naturalidad a la historia. Por un lado es comprensible que estos personajes actúen un poco como escollo a salvar, a pesar de que no son los antagonistas ni enemigos de la pareja protagonista, pero por otro lado, al ser parte de la charada que se representa para salvaguardar la vida de Leopold y el compromiso entre la pareja de príncipes, creo separan demasiado a Lizzy y Sumner y les roban protagonismo.
En cuanto a la pareja protagonista en sí, la de ellos me parece una historia bonita que da lugar a una trama sencilla, romántica y muy agradable de leer. Me ha llamado especialmente la atención el protagonista masculino, Sumner, pues se aleja un poco del estereotipo de protagonista mujeriego e irresponsable de anteriores libros. Al contrario, Sumner es un hombre muy responsable y con gran sentido del honor, un hombre que antepone su deber como soldado y guardaespaldas a sus sentimientos.
Y, como no, como secundarios persiste el mismo plantel de novelas anteriores: las otras dos trillizas con sus respectivos maridos, el club de viejos calaveras que actúan como celestinos un tanto peculiares y que propicia situaciones un tanto disparatadas.
Con todo Cómo conquistar a un príncipe me ha parecido una novela sencilla, sin demasiadas pretensiones que, sin ser la que más me ha gustado de la trilogía, me ha sorprendido, sobre todo por el personaje de Sumner. Como digo me ha gustado que se alejara del estereotipo de noble despreocupado, aficionado al juego, las mujeres y el alcohol. Es ese carácter serio y sacrificado lo que han hecho que una historia que no cumplía con mis expectativas acabara entreteniéndome y me dejara un buen sabor de boca.
En cuanto al gran interrogante de esta trilogía, por supuesto no voy explicar nada.
En definitiva, creo que Cómo conquistar a un príncipe es una novela que sigue la línea de las dos anteriores, con una trama sencilla, donde imperan los diálogos, los malos entendidos y el sentido del humor, lejos de historias desgarradoras o con gran carga emocional pero con una trama romántica y bonita.