Detalle de la opinión
4.8 2 0.5Adoré a este par
Valoración
4.5
es una historia que me ha encantado. Y que para nada se ha notado que fuera novel. Lo cual me lleva a pensar que, futuras publicaciones van a ser la caña. Porque solo va a ir para arriba a mejor.
En este caso, conoceremos la historia de amor de Olivia y Miguel Ángel. Y, al estar narrado en dos líneas temporales, si tuviéramos que resumirlo en una única frase, esta sería la de cómo hemos llegado hasta aquí.
Me ha parecido muy inteligente la metáfora inicial de la lavadora con el corazón y la ropa que lleva a la lavandería con la vida de la protagonista porque, si bien funciona, no lo hace tan bien como debería. Es más, podría incluso decirse que está un poco estropeado. Y por eso, cuando el protagonista masculino regresa a su vida, se siente mareada, e incluso, apabullada por las circunstancias.
En esta novela, se demuestra que somos la consecuencia de las acciones que realizamos. Y también, de los errores que cometemos. Pero al mismo tiempo, lo combina con la importancia de las segundas oportunidades vitales porque, es también muy cierto que una acción en un momento puntual, no tiene por qué convertirse en un sambenito que nos acompañe de por vida. Especialmente si es un fallo. Más que nada porque la carne es débil y el ser humano otra cosa no, pero de errores llena sus días.
Como podréis imaginar, pone el foco en el perdón y en la práctica de la empatía para con los demás de manera mucho más efectiva a diario. Y relacionado con esto, hace un homenaje muy bonito al Carpe Diem y al aprovechar la vida al máximo, sin dejar asuntos pendientes de los que arrepentirse o quedarse con la duda. Nunca sabremos cuándo será nuestro último día aquí, así que hay que disfrutar de nuestro tiempo al máximo, siendo todo lo felices que podamos a diario.
Y relacionado con esto, también hace hincapié en que, por mucho que nos guste el control y tener planificadas nuestras vidas, debemos convivir y ser más aperturistas con la importancia que juegan el azar y las casualidades para que los cambios se produzcan.
No es el único tema importante que se trata en las páginas de la novela y que por tanto merece un análisis más detenido, extenso y complejo por mi parte.
Así, pone el foco y enfatiza en la vida en los pueblos y/o pequeñas comunidades. Con sus virtudes y sus defectos. Es positivo porque, en caso de necesidad, el apoyo está ahí de manera inmediato. Pero también tiene su parte negativa porque el respeto a la intimidad es más difícil de conseguir y sobre todo, porque, las rencillas tienden a magnificarse y a perdurar en el tiempo. Incluso a heredarse, llegando al punto de que odios y malas relaciones en los que las últimas generaciones familiares que ya no tienen ningún rol ni papel importante en ellas, continúan sufriéndolas y por ello, no les permiten relación con según qué familias o qué miembros de las mismas.
Un segundo tema importante muy presente es el de la comunicación. Y a la importancia de la misma en nuestras vidas, la cual, desafortunadamente, pasa desapercibida. En este libro se demuestra el daño que pueden ocasionar las palabras y sobre todo, cómo estas pueden doler más que un golpe. No solo porque el dolor causado es invisible, sino porque su efecto perdura durante mucho más tiempo.
De ahí que, me ha gustado mucho el arco argumental contemporáneo ya que, comparado con el de tiempo atrás - si bien es cierto que en aquel momento eran adolescentes - demuestra que son muy cabales y sobre todo, porque ambos han demostrado que han aprendido de sus errores.
Amén de que conceden la importancia que esta merece y sí que están dispuestos a hablar. Es más, a no dejarse nada en el tintero, ya que conocen a la perfección que puede ser causa de problemas y malentendidos cuya causa última será la infelicidad. No es muy habitual esta buena predisposición a ella, de ahí que haya sido refrescante para bien encontrármela aquí.
Especialmente porque, el mensaje en el que se critica que no solemos practicarla porque lo entendemos como un síntoma de debilidad y exposición ante los demás; aspecto que no nos gusta a nadie. Y menos si es frente a personas conocidas, es el mismo, pero desde otra perspectiva.
Pero, como he mencionado antes, es una novela romántica y por eso, el amor está muy presente en las páginas de esta historia. Además de muchos tipos y maneras diferentes:
En primer lugar, se habla del impacto que tienen los primeros amores en nuestras vidas. Tanto para bien como para mal, puesto que sirven como vara de medir y punto de referencia de cara a futuras relaciones sentimentales. Pero también, pueden servir para aceptar, interiorizar y perpetuar comportamientos y actitudes, considerándolas positivas o negativas.
El cliché aquí desarrollado es, sin duda el de friends to lovers y, dada la narración de Cristina, vuelve a demostrarse que es la evolución más natural y que las parejas en las que sus miembros además de amigos, son amantes, son las mejores. Pero también advierte que, en el caso de que esa relación termine, la pérdida será doble. Como he mencionado anteriormente.
Además de que, indiscutiblemente afectará a todos los que están a su alrededor; más en comunidades pequeñas. Y en este sentido, he de confesar que, el modo en que se comportan determinados personajes una vez se enteran del paso más allá que han dado, me sorprendió. Especialmente por la intransigencia de los mismos.
Pero esto también me sirve para hablar brevemente de otro tema como es lo difícil que es la paternidad y la educación de los hijos. Y que, si bien es cierto que los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, a veces no se dan cuenta de que las buenas intenciones pueden estar llenas y cargadas de daño. En este sentido, la libertad ha de ser el aspecto clave porque, quien bien te quiere, te querrá libre y por tanto, ha de permitirte la suficiente manga ancha para que actúes en consecuencia a como eres. La sobreprotección encierra un cambio también y por tanto, eso no es un amor sano.
También hay lugar para la familia que se escoge, como son los amigos. Y en este sentido, he de decir que me ha encantado la dinámica del trío la la la. No solo porque demuestra que la diferencia siempre enriquece y por tanto, debemos rodearnos de personas que sean lo más diferente posible a nosotros, sino porque también, un buen amigo no ha de dorarte la píldora, sino que te dirá siempre la verdad. Aunque duela. Si bien es cierto que, de nuevo, entramos en el tema de la comunicación y de que hay que saber elegir las palabras más adecuadas para según qué momentos.
Se habla también del amor por el trabajo. Y en este sentido, he de confesar que Oli me tuvo ganada desde las primera páginas, porque, como historiadora que soy, una de mis salidas laborales es la de trabajar en un museo. Lugar y visita imprescindible en todas y cada una de las ciudades que visito.
Pero, también se habla gracias a él de un amor que puede ser bastante peligroso como es el de la fama. Magnífica metáfora y ejemplo de la definición de amor tóxico ya que, en apariencia, al principio todo son ventajas pero, poco a poco, va robándote tu verdadero ser hasta el punto de convertirte en alguien completamente diferente de quien eras al principio y sobre todo, cegado por su luz, te alejas de cualquier persona que pueda recordarte de dónde vienes y de cómo deberías seguir siendo. Y, desafortunadamente, para cuando la persona se da cuenta de lo que le ocurre, en muchos casos es demasiado tarde y se ve incapaz de reaccionar. O lo que es peor, se ve incapaz de escapar de él y cubre su infelicidad e insatisfacción con pasatiempos poco o nada saludables. Justo como le sucede a Miguel Ángel, a quien se le cae el telón de los ojos de la peor manera posible.
Por eso, me ha parecido muy interesante que recuerde de los peligros de la perfección y la idealización de cualquier tipo de amor porque no existen y, a la larga, las expectativas rara vez son satisfechas.
En este sentido, he de confesar que por eso considero que, si bien el amor es poderoso, a veces no todo lo puede y de ahí que aquellas parejas formadas por alguien famoso y alguien anónimo, están abocadas al fracaso porque, pertenecen a mundos de lo más distintos y sobre todo, porque no todo el mundo está preparado para la presión y exposición social. Tema que, en ese sentido, me ha gustado la inclusión de la crítica. Más que nada porque, a día de hoy, parece que los límites y el respeto de la misma, cada vez se respetan menos.
De nuevo, retomo el argumento de la comunicación aquí para indicar una vez más, cuán peligrosas y poderosas son las palabras: a todo el mundo nos gusta que nos halaguen y doren la píldora, pero hay que saber distinguir las opiniones reales del bienquedismo y el peloteo.
Por supuesto, se habla y eso me parece fundamental, del amor propio. En mi opinión, el amor más importante de nuestras vidas. Ya que, solo si nos queremos bien podremos querer bien a los demás. Y por eso, aunque pueda parecer egoísta y que en ocasiones es muy difícil soltar lastre, debemos aprender también a saber decir que no y aún más, a alejarnos de aquellas personas que nos opaquen, menosprecien, nos hagan sentir de menos y no nos respeten.
Asimismo, aplaudo a rabiar la mención a la salud mental y la figura del psicólogo a la hora de recuperarlo y tratarlo. De nuevo, enviando una pullita a nuestra sociedad contemporánea, la cual aún sigue teniendo miedo de ponerse en manos de un profesional de esta rama cuando hay problemas. Un error porque los beneficiarios siempre seremos nosotros en primer lugar. Y quienes nos rodean, en consecuencia.
Y, por último, pero no menos importante, se habla del amor romántico. El cual aparece cuando menos se le espera y que demuestra que es paciente hasta el punto de reaparecer y regresar a nuestras vidas. Un amor que, como pertenece a la psique humana, evoluciona con el paso de los años. De ahí lo fundamental de las segundas oportunidades vitales. No solo para nosotros sino también para con los demás.
Un amor que es paciente y sabrá esperar el momento para hacer su gran entrada, que nos quiere libre, nos mejora y aunque no siempre nos ayuda a superar nuestros miedos, sí que los ayuda a convivir con ellos. Y sobre todo, que no importa cuánto se enrede el hilo rojo del destino que conecta a dos personas, si es puro, de verdad y fuerte, llegará para quedarse para siempre.
En este caso, conoceremos la historia de amor de Olivia y Miguel Ángel. Y, al estar narrado en dos líneas temporales, si tuviéramos que resumirlo en una única frase, esta sería la de cómo hemos llegado hasta aquí.
Me ha parecido muy inteligente la metáfora inicial de la lavadora con el corazón y la ropa que lleva a la lavandería con la vida de la protagonista porque, si bien funciona, no lo hace tan bien como debería. Es más, podría incluso decirse que está un poco estropeado. Y por eso, cuando el protagonista masculino regresa a su vida, se siente mareada, e incluso, apabullada por las circunstancias.
En esta novela, se demuestra que somos la consecuencia de las acciones que realizamos. Y también, de los errores que cometemos. Pero al mismo tiempo, lo combina con la importancia de las segundas oportunidades vitales porque, es también muy cierto que una acción en un momento puntual, no tiene por qué convertirse en un sambenito que nos acompañe de por vida. Especialmente si es un fallo. Más que nada porque la carne es débil y el ser humano otra cosa no, pero de errores llena sus días.
Como podréis imaginar, pone el foco en el perdón y en la práctica de la empatía para con los demás de manera mucho más efectiva a diario. Y relacionado con esto, hace un homenaje muy bonito al Carpe Diem y al aprovechar la vida al máximo, sin dejar asuntos pendientes de los que arrepentirse o quedarse con la duda. Nunca sabremos cuándo será nuestro último día aquí, así que hay que disfrutar de nuestro tiempo al máximo, siendo todo lo felices que podamos a diario.
Y relacionado con esto, también hace hincapié en que, por mucho que nos guste el control y tener planificadas nuestras vidas, debemos convivir y ser más aperturistas con la importancia que juegan el azar y las casualidades para que los cambios se produzcan.
No es el único tema importante que se trata en las páginas de la novela y que por tanto merece un análisis más detenido, extenso y complejo por mi parte.
Así, pone el foco y enfatiza en la vida en los pueblos y/o pequeñas comunidades. Con sus virtudes y sus defectos. Es positivo porque, en caso de necesidad, el apoyo está ahí de manera inmediato. Pero también tiene su parte negativa porque el respeto a la intimidad es más difícil de conseguir y sobre todo, porque, las rencillas tienden a magnificarse y a perdurar en el tiempo. Incluso a heredarse, llegando al punto de que odios y malas relaciones en los que las últimas generaciones familiares que ya no tienen ningún rol ni papel importante en ellas, continúan sufriéndolas y por ello, no les permiten relación con según qué familias o qué miembros de las mismas.
Un segundo tema importante muy presente es el de la comunicación. Y a la importancia de la misma en nuestras vidas, la cual, desafortunadamente, pasa desapercibida. En este libro se demuestra el daño que pueden ocasionar las palabras y sobre todo, cómo estas pueden doler más que un golpe. No solo porque el dolor causado es invisible, sino porque su efecto perdura durante mucho más tiempo.
De ahí que, me ha gustado mucho el arco argumental contemporáneo ya que, comparado con el de tiempo atrás - si bien es cierto que en aquel momento eran adolescentes - demuestra que son muy cabales y sobre todo, porque ambos han demostrado que han aprendido de sus errores.
Amén de que conceden la importancia que esta merece y sí que están dispuestos a hablar. Es más, a no dejarse nada en el tintero, ya que conocen a la perfección que puede ser causa de problemas y malentendidos cuya causa última será la infelicidad. No es muy habitual esta buena predisposición a ella, de ahí que haya sido refrescante para bien encontrármela aquí.
Especialmente porque, el mensaje en el que se critica que no solemos practicarla porque lo entendemos como un síntoma de debilidad y exposición ante los demás; aspecto que no nos gusta a nadie. Y menos si es frente a personas conocidas, es el mismo, pero desde otra perspectiva.
Pero, como he mencionado antes, es una novela romántica y por eso, el amor está muy presente en las páginas de esta historia. Además de muchos tipos y maneras diferentes:
En primer lugar, se habla del impacto que tienen los primeros amores en nuestras vidas. Tanto para bien como para mal, puesto que sirven como vara de medir y punto de referencia de cara a futuras relaciones sentimentales. Pero también, pueden servir para aceptar, interiorizar y perpetuar comportamientos y actitudes, considerándolas positivas o negativas.
El cliché aquí desarrollado es, sin duda el de friends to lovers y, dada la narración de Cristina, vuelve a demostrarse que es la evolución más natural y que las parejas en las que sus miembros además de amigos, son amantes, son las mejores. Pero también advierte que, en el caso de que esa relación termine, la pérdida será doble. Como he mencionado anteriormente.
Además de que, indiscutiblemente afectará a todos los que están a su alrededor; más en comunidades pequeñas. Y en este sentido, he de confesar que, el modo en que se comportan determinados personajes una vez se enteran del paso más allá que han dado, me sorprendió. Especialmente por la intransigencia de los mismos.
Pero esto también me sirve para hablar brevemente de otro tema como es lo difícil que es la paternidad y la educación de los hijos. Y que, si bien es cierto que los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, a veces no se dan cuenta de que las buenas intenciones pueden estar llenas y cargadas de daño. En este sentido, la libertad ha de ser el aspecto clave porque, quien bien te quiere, te querrá libre y por tanto, ha de permitirte la suficiente manga ancha para que actúes en consecuencia a como eres. La sobreprotección encierra un cambio también y por tanto, eso no es un amor sano.
También hay lugar para la familia que se escoge, como son los amigos. Y en este sentido, he de decir que me ha encantado la dinámica del trío la la la. No solo porque demuestra que la diferencia siempre enriquece y por tanto, debemos rodearnos de personas que sean lo más diferente posible a nosotros, sino porque también, un buen amigo no ha de dorarte la píldora, sino que te dirá siempre la verdad. Aunque duela. Si bien es cierto que, de nuevo, entramos en el tema de la comunicación y de que hay que saber elegir las palabras más adecuadas para según qué momentos.
Se habla también del amor por el trabajo. Y en este sentido, he de confesar que Oli me tuvo ganada desde las primera páginas, porque, como historiadora que soy, una de mis salidas laborales es la de trabajar en un museo. Lugar y visita imprescindible en todas y cada una de las ciudades que visito.
Pero, también se habla gracias a él de un amor que puede ser bastante peligroso como es el de la fama. Magnífica metáfora y ejemplo de la definición de amor tóxico ya que, en apariencia, al principio todo son ventajas pero, poco a poco, va robándote tu verdadero ser hasta el punto de convertirte en alguien completamente diferente de quien eras al principio y sobre todo, cegado por su luz, te alejas de cualquier persona que pueda recordarte de dónde vienes y de cómo deberías seguir siendo. Y, desafortunadamente, para cuando la persona se da cuenta de lo que le ocurre, en muchos casos es demasiado tarde y se ve incapaz de reaccionar. O lo que es peor, se ve incapaz de escapar de él y cubre su infelicidad e insatisfacción con pasatiempos poco o nada saludables. Justo como le sucede a Miguel Ángel, a quien se le cae el telón de los ojos de la peor manera posible.
Por eso, me ha parecido muy interesante que recuerde de los peligros de la perfección y la idealización de cualquier tipo de amor porque no existen y, a la larga, las expectativas rara vez son satisfechas.
En este sentido, he de confesar que por eso considero que, si bien el amor es poderoso, a veces no todo lo puede y de ahí que aquellas parejas formadas por alguien famoso y alguien anónimo, están abocadas al fracaso porque, pertenecen a mundos de lo más distintos y sobre todo, porque no todo el mundo está preparado para la presión y exposición social. Tema que, en ese sentido, me ha gustado la inclusión de la crítica. Más que nada porque, a día de hoy, parece que los límites y el respeto de la misma, cada vez se respetan menos.
De nuevo, retomo el argumento de la comunicación aquí para indicar una vez más, cuán peligrosas y poderosas son las palabras: a todo el mundo nos gusta que nos halaguen y doren la píldora, pero hay que saber distinguir las opiniones reales del bienquedismo y el peloteo.
Por supuesto, se habla y eso me parece fundamental, del amor propio. En mi opinión, el amor más importante de nuestras vidas. Ya que, solo si nos queremos bien podremos querer bien a los demás. Y por eso, aunque pueda parecer egoísta y que en ocasiones es muy difícil soltar lastre, debemos aprender también a saber decir que no y aún más, a alejarnos de aquellas personas que nos opaquen, menosprecien, nos hagan sentir de menos y no nos respeten.
Asimismo, aplaudo a rabiar la mención a la salud mental y la figura del psicólogo a la hora de recuperarlo y tratarlo. De nuevo, enviando una pullita a nuestra sociedad contemporánea, la cual aún sigue teniendo miedo de ponerse en manos de un profesional de esta rama cuando hay problemas. Un error porque los beneficiarios siempre seremos nosotros en primer lugar. Y quienes nos rodean, en consecuencia.
Y, por último, pero no menos importante, se habla del amor romántico. El cual aparece cuando menos se le espera y que demuestra que es paciente hasta el punto de reaparecer y regresar a nuestras vidas. Un amor que, como pertenece a la psique humana, evoluciona con el paso de los años. De ahí lo fundamental de las segundas oportunidades vitales. No solo para nosotros sino también para con los demás.
Un amor que es paciente y sabrá esperar el momento para hacer su gran entrada, que nos quiere libre, nos mejora y aunque no siempre nos ayuda a superar nuestros miedos, sí que los ayuda a convivir con ellos. Y sobre todo, que no importa cuánto se enrede el hilo rojo del destino que conecta a dos personas, si es puro, de verdad y fuerte, llegará para quedarse para siempre.