Alice Kellen es una autora que me gusta, he leído todo lo publicado y tengo que decir que estaba un poco reticente a leer este, porque el último, Nosotros, en la luna, no llegué a terminarlo, y este lo he terminado por pura fuerza de voluntad, porque me molesta dejar los libros a medias.

Lucas es un chico de Vallecas que trabaja en un taller de reparación de coches y toca la guitarra por diversión, hasta que un día junto con su mejor amigo decide formar un conjunto, llevado por lo que fue la movida madrileña. Juliette es de familia acomodada pero coinciden en un bar y es amor a primera vista, hasta tal punto que en pocos meses se casan, su vida es despreocupada, trabaja de modelo publicitario y ella y Lucas se pasan la vida entre noches de juerga y drogas, pero ella un día decide dejarlo, Lucas no, y continúa con su vida de noches de alcohol y drogas, lo que hace que su matrimonio se vaya a pique.

No me ha gustado, en algunos momentos la he encontrado repetitiva, no está mal escrita, porque la autora escribe bien, pero no sé si es la temática, lo cierto es que me ha decepcionado. No he podido empatizar con los protagonistas, Lucas me parece un chico débil, lleno de adicciones, incluso es adicto a Juliette sí que a pesar de ello me ha parecido el más coherente y humano de los dos pero Juliette me ha parecido una controladora de manual, ella es la que lleva la relación cuando quiere tomarla o dejarla, incluso a la hora de poner los cuernos ella tiene que decir la última palabra, no me parece que una persona enamorada oculte tantas cosas a su marido, `porque a pesar de todos sus defectos para Lucas no existe nadie más que ella.

La novela está bien documentada, relata bien aquellos años, y los secundarios están muy bien logrados, con ellos sí que he sentido sus problemas, como Pablo y Carlos, la abuela una mujer de aquellos tiempos, la familia de Lucas, una familia humilde pero muy tierna, Marcos un simpático componente del grupo, pero no sé en mi modesta opinión le falta algo y le sobran páginas, incluso no la calificaría de romántica.

No he encontrado a esa Alice Kellen de El día que dejó de nevar en Alaska o de otras de sus novelas.

Acaba la dictadura, hay elecciones y empieza una nueva era en la sociedad española. Surge un movimiento llamado “La movida madrileña”, alentada por la alcaldía de Madrid y que se extendió a otras provincias españolas. En estos años transcurre la historia de amor de Juliette y Lucas.

Cuando se conocen, en uno de los bares donde Lucas tocaba, (era el bajista de uno de los numerosos grupos musicales que aparecieron con la movida), este supo, inmediatamente, que se casaría con ella. Fue tan fuerte esa primera impresión que tres meses después se casaron.

Era una vida completamente en el presente. El lema sexo, drogas y alcohol era el pan de cada día. Los jóvenes no pensaban en el futuro, sólo iban pasando los días divirtiéndose, drogándose y haciendo el amor. Todo fue bien mientras los dos seguían esa rutina, pero Juliette llegó un momento en que se replanteó su situación y dejó absolutamente todas las adicciones, cosa que no hizo Lucas. Él seguía la misma marcha que al principio, por lo que llegó, con razón, la paulatina desintegración de su matrimonio.

Juliette huyó de España e inició otra vida más tranquila y serena. Pero un suceso horrible, que le sucede a Lucas, la hace volver a España y juntos intentarán que éste logre salir del pozo donde había caído.

Con una prosa perfecta y una expresión de sentimientos que te harán llorar, reír, enfadarte y algunas veces sentir que estaban equivocándose y que tú no podías hacer nada para evitarlo, la autora nos mete de lleno en la historia de estos dos jóvenes a los que no puedes evitar querer y nos presenta, así mismo, un plantel de personajes secundarios que alternan con Lucas y Juliette y a los que les tomarás cariño y te alegrarás con sus triunfos y llorarás con sus problemas.

Quiero destacar a Marcos, un chico sencillo que se ve arrastrado por unas circunstancias, que ni siquiera tendrían que haber sido estas y que es gracioso a más no poder. Pablo y Carlitos; Margarita, la abuela de Juliette, me ha encantado y recordado a mi abuela un montón. Y muchos más, de los cuales he disfrutado con sus historias paralelas.

Fue una época que marcó con dolor la historia de esta España nuestra, y que yo la viví de cerca, ya que tuve muchos amigos, los cuales perdieron a sus hijos con esa lacra que fue la droga, pero que sirvió para hacernos fuertes y aprender que en la mesura está la felicidad y que todos los excesos son malos.

Me ha gustado mucho y he valorado el trabajo de documentación, así como el ambiente perfectamente conseguido. Alice Kellen, no decepciona nunca.

Lo recomiendo encarecidamente.