Toscana para dos es un libro que me ha sorprendido muy gratamente. Se trata de un libro que se lee muy deprisa y te deja con ganas de más, a pesar de que es bastante extenso. Tiene unos toques de humor que a veces te hace reir a carcajada limpia... esto es algo que valoro mucho en los libros, junto con la química entre los protagonistas, cosa que este libro salva a la perfección. A continuación voy a describir bastante el libro, para aquellas personas que no quieran saber detalles, que no sigan leyendo.

Los personajes están todos muy bien descritos, con unas personalidades muy bien definidas. Son personas humanas con sus defectos y con sus virtudes, y eso hace que en algún del libro te llegues a identificar con ellos. Se complementan a la perfección y a la vez son dos polos opuestos, lo cual hace que los personajes tengan entre sí una química increíble. La relación entre Lorenzo e Isabel es pura dinamita. Sensualidad y pasión mezclada con unos diálogos cargados de ironía y humor.

Lorenzo o Ren es un famoso actor de Hoollywood que lleva sobre si mismo un gran peso de algo que le sucedió y que lo ha convertido en un hombre cínico, atormentado y que no quiere ninguna relación seria con una mujer. Pero al conocer a Isabel todo su mundo de vuelve patas arriba, porque ella le va descubriendo poco a poco un mundo nuevo, encuentra en ella alguien que lo puede ayudar con ese sentimiento de culpabilidad que lleva sobre sus hombros. Pero Ren no quiere ser ayudado por Isabel y tampoco quiere iniciar una relación seria con ella, pero al final se da cuenta que está "pillado hasta los huesos". Es una persona que tiene una imagen de si mismo muy pobre, piensa que al encarnar a los "villanos o malvados" de las películas tan solo está haciendo lo que es él en realidad, piensa que es lo único que se merece por ser una mala persona. Al igual que cree que Isabel se merece ser feliz con alguien que sea mejor que él.

Isabel es una gran escritora, la diva de los libros de autoayuda... Ella piensa que lo tiene todo en la vida, el novio ideal, un trabajo al que adora, fama, en conclusión, una vida equilibrada y perfecta que se ha ganado a base de duro trabajo. Pero que en un mismo día lo pierde todo: su abogado se fuga con todo su dinero, haciendo que Isabel contraiga una gran deuda con Hacienda y se quede en la ruina. Y esto no es todo, cuando más hundida está, su novio le confiesa que ha dejado a otra mujer embarazada y que la va a dejar... todo el mundo de Isabel se viene abajo y poco a poco va descubriendo que que su vida no era tan perfecta como pensaba y que, en realidad, ella que aconsejaba siempre a todo el mundo con sus libros y que tanta ayuda le había llevado a sus miles de seguidores, en realidad es una persona que también necesita ayuda. Para aclarar sus ideas y tranquilizarse decide hacer un viaje a Italia, a la Toscana, y es así como conoce a Lorenzo.

Desesperada, despechada por todo lo ocurrido y para demostrarse a si misma que ella también puede ser una persona impulsiva (y no controladora y sin chispa, como había dicho su ex-novio) decide hacer algo que no se espera de ella, algo espontáneo y sin pensarlo. Cuando ve a Lorenzo en una terraza de verano piensa que se trata de un gigoló que quiere ofrecerle sus servicios, y, sin pensárselo dos veces, se van a una habitación de hotel para reclamar los servicios de ese apuesto gigoló italiano. Isabel tarda muy poco en arrepentirse de lo que ha hecho, y avergonzada le deja un billete de 50 euros encima de la cama y se va huyendo de allí.

Lo que Isabel no se podía imaginar es que ese guapo gigoló es en realidad el famosísimo actor de Hoollywood Lorenzo Gage que se había disfrazado para no ser reconocido por sus fans. Y con este malentendido comienza esta explosiva historia de amor que no os podéis perder y de la que no os voy a contar más.

Susan Elizabeth Phillips es una autora a tener en cuenta, sin duda.

Lorenzo Gage se gana la vida matando gente... en las pantallas de cine. Es endiabladamente guapo y posee un talento fuera de lo común. Pero al empezar sus vacaciones en Italia lo invade la sensación de que todo lo que ha descuidado en su vida se está volviendo contra él. Es justo entonces cuando ve a Isabel tomando una copa de vino en la terraza de un café. La tentación de seducir a una mujer de aspecto tan formal es irresistible...

Por su parte, Isabel comprenderá enseguida que ha escapado de un caos sólo para caer en otro. La sencilla casa de piedra en medio de las soleadas colinas de la Toscana deja de ser el refugio que soñaba cuando se entera de que la gente del pueblo planea alejarla de allí. Además, el hombre que la ha engañado se niega a dejarla en paz...

Una historia de amor maravillosa y sexy en un lugar muy especial.

Como siempre Susan Elizabeth Phillips nos deleita con una inteligente historia de amor entre dos personajes que en principio parecen opuestos. Isabel es ordenada, sensata, buena y recta. Y Ren, es guapo, estrafalario, decadente y anárquico. Pero nada es lo que parece. Poco a poco te vas dando cuenta de que Ren, lejos de ser irresponsable, es un hombre trabajador, culto y con conciencia ¿cómo si no puede enamorarse de una mujer que reza después de hacer el amor? y que Isabel, tan convencional, puede ponerse a su algura en cualquier situación. Y como acostumbra, SEP nos sorprende con situaciones surrealistas, los disfraces del actor para no ser reconocido o el misterio de la infertilidad de las mujeres del pueblo y con diálogos chispeantes llenos de cinismo

Tengo especial cariño a la pareja secundaria que completa la trama. Tracy y Harry, la exmujer de Ren y su actual marido. Ella es una belleza deslumbrante e insegura del amor de su marido, embarazada del 5º hijo porque cree que es la manera de retenerlo y él es un hombre convencional que piensa que ella le quiere sólo como semental. Los 4 niños no tienen desperdicio, son niños y actuando como tales le dan a la novela el puntito divertido y tierno.

Toscana para dos es una delicia para los sentidos. El olor de la tierra, las flores y el aceite. El sabor de los tomates, las uvas y las aceitunas. El tacto de las hojas de los olivos, los hongos y las piedras. El sonido de los pájaros, la lluvia y las tormentas o la vista de esos maravillosos paisajes. Los olivares, las viñas, la campiña salpicada de casas donde de vez en cuando se alza la pincelada oscura de un ciprés.

La he disfrutado tanto o más que la primera vez que la leí y más que la segunda y la tercera... Siempre encuentro algo nuevo a las novelas de SEP.

Ya que estamos en La Toscana, vamos a prepararnos unas bruschettas.

Ingredientes

-Dos tomates sin pelar cortados en cuadros
-Unos dados de queso fresco
-Un puñado de aceitunas negras
-Albahaca finamente picada
-Un par de dientes de ajo cortados por la mitad
-Aceite de oliva
-Sal y pimienta al gusto
-Pan de pueblo

En un recipiente mezclar el tomate, el queso, las aceitunas picadas, la albahaca, el aceite, la sal y la pimienta, dejar en la nevera durante 30 minutos.
Precalentar el horno a 180º.
Cortar las rebanadas de pan y ponerlas a tostar ligeramente.
Sacar el pan y frotarlo con el ajo. Hornearlo 2 minutos.
Para servir poner la mezcla de tomate sobre el pan y calentar en el horno durante 5 minutos más.

Creo que si hay algo que une a los diferentes personajes, protagonistas y secundarios, de Toscana para dos es que sufren una crisis personal o una crisis de identidad. Y éste el punto principal del que parte la novela.

Isabel Favor es una psicóloga cuya vida ha sufrido un vuelco repentino, de ser una profesional de éxito y gozar de una envidiable posición social y económica, pasa a quedar prácticamente arruinada tras sufrir un fraude. A nivel personal, su prometido la abandona por otra mujer. Con la intención de poner tierra de por medio y recuperar la estabilidad emocional, Isabel viaja a Italia, concretamente a Toscana.

Allí conoce a Lorenzo Gage, al que en un primer momento, tras un encuentro de una noche con él, confunde con un gigoló. Lorenzo Gage es un actor de Hollywood, conocido por sus papeles de malvado, asesino y violador, y que, al igual que Isabel, también está pasando por un momento personal que le lleva a replantearse su vida y a sí mismo.

Los secundarios, Tracy y Harry Briggs, que sufren una crisis matrimonial también se encuentran en un momento de sus vidas y de su matrimonio un tanto complicado.

Así que, prácticamente, todos los personajes de la novela están en mitad de un momento un tanto caótico de sus vidas, que es lo que los une a todos, además de encontrarse en la región de la Toscana.

Aunque Toscana para dos no es una de mis novelas preferidas de Susan Elizabeth Phillips, es una novela que recordaba como original y refrescante.

Tras una nueva lectura, confieso que me ha gustado mucho más que la primera vez que la leí, aunque en mi opinión el final es el punto más flojo de la historia y el que hace que mi valoración no sea más alta.

Pero, en líneas generales, es una novela diferente, atípica y con esos rasgos tan característicos de SEP.

Toscana para dos nos cuenta la historia de varios personajes diferentes pero con problemas comunes: todos tienen que superar una crisis personal. Por diferentes motivos, todos ellos han caido hasta el fondo y ahora tienen que volver a levantarse. Isabel Favor, paradójicamente una famosa escritora de libros de autoayuda, ha dedicado su vida a ayudar a los demás pero nunca ha sabido ayudarse a sí misma. Ren Gage es un famosísimo actor que siempre ha interpretado al villano, porque interiormente piensa que no merece ser el héroe de la historia. También están Tracy, la ex-mujer de Ren, y su marido Harry, con sus propios problemas. Y algunos habitantes del pueblo que esconden un gran secreto y que intentarán echar a Isabel de allí sea como sea.

La Toscana actúa como un bálsamo para curar las heridas de todos los personajes y al final se revela como un personaje más de la historia. Es el lugar perfecto para encontrar las cosas que han perdido: el amor, la confianza en sí mismos, la identidad, la felicidad...

No hay nada sorprendente en este libro, SEP nos ofrece lo que tan bien sabe hacer: personajes contradictorios y complejos psicológicamente, secundarios maravillosos, buenos diálogos y una trama que, a pesar de contar con mucho sentido del humor, esconde un punto dramático.

Aunque los personajes no me han resultado tan cercanos ni la historia me ha enganchado tanto como otras de la misma autora, tengo que reconocerle su mérito. Es una novela muy bien escrita, divertida y bastante emotiva en algunos momentos. En general, me ha gustado, a pesar de que "el gran secreto" que esconden los del pueblo me ha parecido un poco tonto y la escena final de la "conversión" de Isabel tampoco me ha convencido demasiado.