Detalle de la opinión
4.0 2 0.5Esta familia esta para encerrar
Valoración
4.0
Seguimos en modo navideño. Lo que me gusta a mí leer este tipo de historias en esta época. Es como si todo lo viviéramos de una forma más amplificada.
De este libro lo primero que me llamó la atención es el título, no me digáis que no tiene guasa, y aunque jamás había leído nada de esta autora, las buenas críticas la precedían, así que cogí mi taza de chocolate caliente, los calcetines gordos y me preparé para pasar una tarde tranquila. Por supuesto, no tenía ni idea de lo que me esperaba.
Nataly Evans siempre ha sido una buena chica, incluso cuando se encontró a su hermana con su novio en una situación comprometida,( como cajón que no cierra) , y este decidió que era buen momento para pedirle matrimonio (a su hermana que no a ella), para salvar la situación. Se obligó a poner la otra mejilla y claudicar. Del episodio X ha transcurrido un año, y cómo no, Madison, ha pensado que no solo podía robarle el novio, sino el sueño de cómo debía ser el día mas feliz de su vida, y ella como buena pringada que no sabe decir "No", accede a ser su Wedding Planner, y ¿cuándo han decidido celebrar tan dulce enlace? En Navidad por supuesto.
Andrew Norton es el chico malo por excelencia, bueno al menos es la imagen que proyecta, guapo hasta decir basta, tatuado, con pircings, vamos un rompe enaguas en toda regla. Además, es la némesis de Nataly. Se disputan el puesto de director en la empresa para la que trabajan, así que cuando esta le propone que vaya a casa con ella por navidades e intente beneficiarse a su hermana, a cambio ella se retirará para el puesto. En un primer momento a él le parece toda una fantasía, pero al final accederá.
Nataly tiene un plan, sabe que su hermana en cuanto vea a semejante espécimen no podrá resistir arrebatárselo (como todo en esta vida), la boda saltará por los aires y al fin se hará justicia juajuajua. (Léase con risa de bruja de Blancanieves).
Es el primer libro que leo de esta autora y debo de reconocer que su pluma me ha cautivado. A lo largo de 339 páginas con capítulos narrados a dos voces, viviremos junto a nuestros protagonistas unas navidades inolvidables y un poco bizarras.
Los personajes que nos presentan, para mí en algunos momentos son incluso cuestionables. Nataly es una cenicienta moderna, su familia la trata mas como una criada que como un ser humano. Son egoístas, egocéntricos, snobs y necesitan mucha terapia. No asimilo como una madre puede comportarse así. Le da igual pisotearla con tal que Madison esté contenta, y lo peor, es que ella está tan acostumbrada que le ha generado un gran problema de autoestima. Qué decir de Maddy. Esa chica es veneno, malcriada, consentida es una psicópata en potencia y la familia la apoya y venera. Dylan (el novio/cuñado) me han dado ganas de tirarlo por el precipicio mas próximo. No es que tenga moral gris, es que carece de ella. De la familia Evans la única que se salva es Arizona, esa chica es la única alma buena que encontraremos, el resto merecen cianuro.
Andrew también tiene sus fantasmas, se siente culpable por algo que él no pudo hacer nada, su hermano Thomas se lo echa en cara cada vez que puede, su padre está pasando por una depresión de la que no se ve capaz de salir y su hermano menor es una bala perdida sin oficio ni beneficio. Pero para él, la familia es lo más importante, y aunque tenga pinta de chico duro, en el fondo tiene un corazón de oro, que solo quiere amar y ser amado. Y gracias al cielo la evolución de los personajes es hacia la luz, huyendo de las tinieblas en las que se ven envueltas.
Aunque por mis palabras creas que es un peñazo psicológico, nada mas lejos de la realidad, a ver, es cierto que esta familia necesitaría un pase de por vida en la López Ibor, como quien se va a un spa, pero esto es una romcom con enemies to lovers y ambientación navideña, así que también encontraremos diálogos divertidos, escenas surrealistas, risas a doquier, spicy, y mucho amor que hará que devores sus páginas como un sediento en un oasis.
De este libro lo primero que me llamó la atención es el título, no me digáis que no tiene guasa, y aunque jamás había leído nada de esta autora, las buenas críticas la precedían, así que cogí mi taza de chocolate caliente, los calcetines gordos y me preparé para pasar una tarde tranquila. Por supuesto, no tenía ni idea de lo que me esperaba.
Nataly Evans siempre ha sido una buena chica, incluso cuando se encontró a su hermana con su novio en una situación comprometida,( como cajón que no cierra) , y este decidió que era buen momento para pedirle matrimonio (a su hermana que no a ella), para salvar la situación. Se obligó a poner la otra mejilla y claudicar. Del episodio X ha transcurrido un año, y cómo no, Madison, ha pensado que no solo podía robarle el novio, sino el sueño de cómo debía ser el día mas feliz de su vida, y ella como buena pringada que no sabe decir "No", accede a ser su Wedding Planner, y ¿cuándo han decidido celebrar tan dulce enlace? En Navidad por supuesto.
Andrew Norton es el chico malo por excelencia, bueno al menos es la imagen que proyecta, guapo hasta decir basta, tatuado, con pircings, vamos un rompe enaguas en toda regla. Además, es la némesis de Nataly. Se disputan el puesto de director en la empresa para la que trabajan, así que cuando esta le propone que vaya a casa con ella por navidades e intente beneficiarse a su hermana, a cambio ella se retirará para el puesto. En un primer momento a él le parece toda una fantasía, pero al final accederá.
Nataly tiene un plan, sabe que su hermana en cuanto vea a semejante espécimen no podrá resistir arrebatárselo (como todo en esta vida), la boda saltará por los aires y al fin se hará justicia juajuajua. (Léase con risa de bruja de Blancanieves).
Es el primer libro que leo de esta autora y debo de reconocer que su pluma me ha cautivado. A lo largo de 339 páginas con capítulos narrados a dos voces, viviremos junto a nuestros protagonistas unas navidades inolvidables y un poco bizarras.
Los personajes que nos presentan, para mí en algunos momentos son incluso cuestionables. Nataly es una cenicienta moderna, su familia la trata mas como una criada que como un ser humano. Son egoístas, egocéntricos, snobs y necesitan mucha terapia. No asimilo como una madre puede comportarse así. Le da igual pisotearla con tal que Madison esté contenta, y lo peor, es que ella está tan acostumbrada que le ha generado un gran problema de autoestima. Qué decir de Maddy. Esa chica es veneno, malcriada, consentida es una psicópata en potencia y la familia la apoya y venera. Dylan (el novio/cuñado) me han dado ganas de tirarlo por el precipicio mas próximo. No es que tenga moral gris, es que carece de ella. De la familia Evans la única que se salva es Arizona, esa chica es la única alma buena que encontraremos, el resto merecen cianuro.
Andrew también tiene sus fantasmas, se siente culpable por algo que él no pudo hacer nada, su hermano Thomas se lo echa en cara cada vez que puede, su padre está pasando por una depresión de la que no se ve capaz de salir y su hermano menor es una bala perdida sin oficio ni beneficio. Pero para él, la familia es lo más importante, y aunque tenga pinta de chico duro, en el fondo tiene un corazón de oro, que solo quiere amar y ser amado. Y gracias al cielo la evolución de los personajes es hacia la luz, huyendo de las tinieblas en las que se ven envueltas.
Aunque por mis palabras creas que es un peñazo psicológico, nada mas lejos de la realidad, a ver, es cierto que esta familia necesitaría un pase de por vida en la López Ibor, como quien se va a un spa, pero esto es una romcom con enemies to lovers y ambientación navideña, así que también encontraremos diálogos divertidos, escenas surrealistas, risas a doquier, spicy, y mucho amor que hará que devores sus páginas como un sediento en un oasis.