Después de leer Vicious no tenía claro si continuaría con esta serie, pues los personajes no eran de los que te enamoran, y Dean tampoco fue santo de mi devoción. Pero por otra parte tenía curiosidad de ver que pasaba con Dean y Rosie, una pareja un tanto especial. La verdad es que me he llevado una gran sorpresa porque me ha gustado bastante más que la primera entrega y me ha dejado con ganas de continuar con este grupo de chicos malotes.

Dean y Rosie se conocieron cuando eran adolescentes, se gustaban los dos y hubieran podido tener una relación si Millie no se hubiera metido entre ellos. Cuando esta se hizo novia de Dean, Rosie se hizo a un lado, aunque fue lo más doloroso que hizo en su vida y se propuso olvidarse de él, pero aunque han pasado los años, eso no ha sido posible.

Rosie es una joven con una grave enfermedad y ahora que su hermana ya no está con ella se las arregla sola, trabaja en un bar y está como voluntaria en un hospital con niños neonatos.
Vive en el mismo edifico que Dean, de hecho el piso en el que está Rosie pertenece a los "buenorros". Y día si, día no, se lo cruza bastante bebido y con compañía femenina.
Rosie que acaba de salir de una relación no quiere que Dean le tire los tejos, pero este, ocasión que tiene, ocasión que aprovecha.

Dean es un hombre que como el grupo de amigos, ha conseguido lo que quiere, si, trabaja muchas horas y es un coco en los negocios. Sin embargo, tiene un pasado que lo atormenta y que lo ha llevado a consumir alcohol y maría. Sabe que tiene un problema de adicción pero cuando entra en el pozo solo eso e salva, aunque hay una luz en su vida, Rosie, y ahora que está libre no piensa dejarla escapar de nuevo.
Además tienen que estar juntos los días previos a la boda de Vicious y Millie, por lo que aprovechará para conquistarla.

Como he comentado anteriormente, la verdad es que esta historia me ha gustado mucho y me ha mantenido enganchada a sus páginas, y hasta me ha sabido a poco.

Los personajes son especiales, Rosie me ha gustado desde un principio y Dean me ha ido ganando poco a poco.

Rosie es una joven cuya salud es muy precaria y nunca ha querido cargar a nadie con su destino. Ha estado enamorada de Dean desde la primera vez que lo vio, sin embargo, sus caminos se han separado siempre. No puede evitar sentirse fatal cuando ve que Dean está cayendo en picado, tiene un problema gordo, y ella está dispuesta a ayudarlo.
Sus encuentros están cargados de deseo y amor, y poco a poco caerá en las redes que su alma gemela ha extendido, ¿por qué no arriesgarse y vivir el amor de su vida? Además con él siempre está a gusto, pues es el único que no la trata como si fuera una flor delicada.
Me ha encantado este personaje, su forma de ver la vida, lo luchadora e independiente que es dado su estado. Es todo fortaleza.

Dean es un hombre arrogante y dominante, pero a la vez es un hombre de familia, protector y dentro de esa fachada de hombre tan duro se encuentra un corazón dañado.
Siempre ha estado enamorado de Rosie, pero estuvo saliendo unos meses con su hermana por protegerla de Vicious, y eso los separó. Pero piensa que ya se acabó, tienen que estar juntos y va a poner todo su empeño en ello.
Pero es verdad que alguna que otra vez mete la pata y es que hay un pasado que le hace mucho daño todavía y que lo hunde en la miseria.

Como secundarios, están las respectivas familias, vemos como evoluciona la relación entre Millie y Vicious, y he de decir que este último ha ganado algún punto ante mis ojos. También tenemos a los otros dos miembros del grupo, Jaime y Trent, que de este último también me he quedado con ganas de saber que será de él y de la pequeña Luna.

La pluma de la autora es ágil y fresca, sabe como transmitir multitud de sentimientos y te lleva por una montaña rusa de sensaciones. La narración corre a cargo de ambos protagonistas y nos lleva del presente al pasado.
Me ha gustado los giros que va dando a la historia y el epílogo tan bonito que ha creado la autora.

Ruckus, es una novela intensa y dura, de superación, también de esperanza y sobre todo de amor. Rosie y Dean se aman desde que son adolescentes y ahora es su momento, pero para conseguir que su amor vaya a buen puerto tendrán que salvar muchos obstáculos todavía.