Susan Lobato lo tiene todo para ser feliz, un trabajo como presentadora de las noticias económicas en un canal de televisión, además con perspectivas de conseguir un programa para ella y su prometido Tim, guapo, rico y famoso con el que se casará en un mes. Tim es jugador de los Patriots, el equipo de fútbol americano de la ciudad de Boston. El capitán del equipo es su mejor amigo Kev MacMurray, Huracán Mac. Los dos se conocen desde niños, son hijos de familias adineradas pero ellos quisieron seguir su sueño de convertirse en jugadores profesionales. La noche que están celebrando que el equipo ha llegado a la final de la Super Bowl, Tim recibe un mensaje en el móvil. Se queda completamente líbido y decide romper el compromiso con Susan. El motivo es que hace once años se casó con Amanda, un amor de juventud, y ahora le han confirmado que su ex mujer no llegó a firmar los papeles del divorcio, por lo que sigue casado. Además también se ha enterado que tiene un hijo, por lo que decide que debe tratar de recuperar a la que, cree, es la mujer de su vida y se va a Paris a buscarla.

Susan se queda decepcionada y dolida, pero se da cuenta que realmente nunca había amado a Tim como se debería de querer a la persona con la que piensas pasar el resto de tu vida. Con Tim tenía una relación tranquila, sin sobresaltos, todo milimetrado dónde no había cabida para la pasión o las sorpresas, los dos se habían amoldado a una relación conveniente. Tim se siente culpable por haber dejado así a Susan. Además los periodistas la persiguen y preguntan por la ruptura y le pide a su amigo Mac que la vaya a ver y compruebe que está bien.

Mac y Susan nunca se han soportado, desde el mismo día en que se conocieron se cayeron mal, todos sus encuentros eran batallas campales dialécticas, dónde el mediador era Tim. Poco a poco nos iremos dando cuenta que el desprecio mutuo que se tienen no es tal y que era más bien un mecanismo de defensa por parte de los dos para refrenar la atracción que sentían el uno por el otro. Tras un par de visitas para comprobar que Susan se encuentra bien, casi sin darse cuenta iniciarán una relación, dónde saldrán a la luz los sentimientos que Mac llevaba ocultando desde hacía un año...

Como siempre Anna Casanovas no defrauda, Las Reglas del Juego es una novela corta pero condensada, la historia de amor entre Kev y Susana es bonita, tierna y pasional. Me ha gustado cómo capítulo a capítulo se van desgranando los sentimientos de los dos, con capítulos narrados en primera persona por Kev, otros por Susana y otros en tercera persona dándote una visión general de la situación que están viviendo los dos.

El personaje de Susana al principio resulta frío y estirado, pero conforme va avanzando la lectura vas viendo que es tan sólo una coraza. Con Kev pasa un poco lo mismo, al principio parece que es un playboy tan sólo preocupado por acostarse con la modelo de turno y luego descubres a la persona que hay detrás del personaje. Kev está al final de su carrera deportiva y se encuentra en un momento en el que, aunque ya tenía planeado lo que haría cuando dejase de jugar al fútbol, se siente perdido y vacío. Kev es el tipo de hombre encantador que una vez admite ante sí mismo que está totalmente enamorado de Susana hará lo que sea necesario para que puedan estar juntos.

Me ha resultado gracioso cómo es el protagonista masculino, Kev, el que está dispuesto a todo por el amor de Susana, el que primero se da cuenta que está enamorado y el que parece que más sufre en la relación. Y digo que me parece gracioso porque normalmente ese papel siempre le toca a la protagonista femenina. Por lo demás no deja de ser una historia algo típica de novela romántica, pero con el toque inconfundible que siempre le da Anna Casanovas a sus historias, creando una novela agradable, de lectura sencilla y rebosante de romanticismo.

De lo mejor que tiene esta novela, además de sus protagonistas, son los secundarios, personajes como Tim y Amanda o Harrison, el hermano de Kev, de los cuales la autora nos deja las pinceladas justas para dejarte con las ganas de leer sus historias. Al final del libro Anna Casanovas ya aclara que tendrán sus propios libros y yo ya lo estoy deseando.

En fin, una bonita novela, con un argumento sencillo pero bien escrita y desarrollada por una autora que sabe cómo engancharte a la lectura con personajes cercanos y pasionales, y sentimientos que inspiran algo dulce, tierno y muy romántico.