Detalle de la opinión

4.5 3 0.5
fue-un-martes
Romántica actual 790
Adictivo, como Whitney
Valoración
 
4.5
Es una novela corta que será la primera de muchas más inspiradas en días de la semana y canciones. En esta ocasión, abandonamos el mundo laboral de oficina para conocer el amor universitario de Grayson y Charlotte mediante saltos en el tiempo porque, si bien se enamoraron en la universidad, siete años después Charlotte no quiere saber nada de él.

De hecho, la historia comienza en la actualidad donde sabemos que la estrella universitaria de rugby -y por ende, el tipo popular y con el que todas se quieren acostar - Grayson es la estrella de la súper Bowl. Sin embargo, su vida de éxitos no está completa porque echa de menos a su novia de universidad, Charlotte quien desapareció misteriosamente. En este sentido, está obsesionado con saber qué pasó, y, aunque al principio no desea ir a la reunión de antiguos alumnos que se celebra un martes, cuando le "chivan" que ella por fin, va a asistir, cambia de opinión.

Eso sirve de pie al lector para conocerlos a ambos en su etapa universitaria, donde ambos son dos clichés andantes. A él ya os lo he descrito antes, pero no os he contado de que su carrera estuvo a punto de irse al garete por unas declaraciones falsas vertidas contra él. Charlotte es el clásico cliché de chica empollona que está más centrada en los estudios - está estudiando dos carreras - que en la fiesta. Y, aunque le gusta el fútbol, la estrella del equipo no le gusta tanto.

Sus caminos son tan diferentes y opuestos que, en su primer encuentro, él la confunde con una novata porque nunca la había visto. ¿Cómo se conocen entonces? Porque a ambos les faltan créditos para poder graduarse y Charlotte termina convirtiéndose en su tutora. No voy a hacer spoilers o criticar esa universidad, pero... ¿cómo puede estar tan mal organizada? ¿Cómo no se han dado cuenta de esos errores antes? Inconcebible.

No voy a desvelar mucho de la trama más allá de que se titula así porque el martes es el día escogido para estudiar y en consecuencia, conocerse, además de iniciar una relación. Mini spoiler ¡menudo primer beso! Al hilo de esto, Grayson no es el típico estudiante tonto y creído por el fútbol. Al contrario, es muy inteligente, astuto y perseverante - a veces hizo un poco de stalking y eso no me gustó - pero me encantó cómo la fue conquistando poco a poco y sobre todo, el hilo argumental del número de móvil de ella.

Y en cuanto a la trama actual, no pude dejar de preguntarme qué era lo que había sucedido para que acabaran así porque me daban mucha pena y, una vez me enteré de todo, comprendí las cosas mucho mejor. Si bien sospeché por dónde podían ir los tiros...no fui capaz de descubrir quién era la mente maligna que se escondía detrás de todo. ¡Menuda trama!

Lo único que no me ha gustado de esta línea argumental actual es que Charlotte no haya sido capaz de superarle - otro cliché y este sí que debería cambiarse - y que Grayson en un momento utiliza el sexo para castigarla por su ausencia cuando ella no era culpable de nada.

Dejando eso a un lado, me ha parecido una historia adictiva y una preciosa historia de amor y de segundas oportunidades que nunca debieron ser segundas puesto que podía ser una. Y el final... ¡madre mía! ¡Qué preciosidad!

Recomendadísima, por supuesto.

Una última cosa, ¡ojalá Eric sea el protagonista de alguna de las otras historias inspiradas en canciones y días de la semana! ¡Se lo merece! Y que lo pase un poquito mal porque esa tabla Excel sobre las mujeres me pareció una verdadera cerdada.
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