Qué preciosidad. Justo lo acabo de terminar y sé que no voy a ser capaz de plasmar todas las emociones que ha despertado en mí este libro.

Crossroads es una novela de reencuentros, de segundas oportunidades, del primer amor. Todo ello mezclado con una ambientación preciosa en un rancho, o complejo turístico, en Montana, con un cowboy de los que quitan el hipo como protagonista. Pues sí, me da la sensación de que he entrado de lleno en mi cowboy romance era. Sí, sí. Creo que yo también he caído y me va a costar salir de ella.

Pero mejor me voy a centrar en esta historia, la cual he devorado en dos días porque no podía parar de leer. Me vuelven loca los romances en los que los protagonistas se reencuentran o tienen una segunda oportunidad, pero me gustan más aún si la autora mezcla capítulos del pasado con el presente. De esta forma puedo comprender mejor los motivos que han llevado a los personajes a estar en la situación actual, como también me invita a continuar leyendo para saber cómo van a superar lo que les separó años atrás.

En Crossroads me he topado con todos estos elementos que me encantan. Narrada a dos voces por los protagonistas, la trama va tomando forma en el presente, relatando parte del pasado con capítulos intercalados para irnos descubriendo lentamente lo que les ocurrió. ¡Y cuántas sensaciones me ha transmitido! He suspirado de amor, he sonreído, pero también he soltado alguna que otra lagrimita, porque este libro no narra solo un precioso amor que va evolucionando con el paso de los años, sino que además toca temas como la familia, la enfermedad y el dolor.

Tanto Indya como West me han parecido unos protagonistas fabulosos. Ambos van creciendo a lo largo de la historia, ya que mediante los flashbacks del pasado vemos cómo se conocen desde niños y somos testigo de cómo se fragua cada verano ese primer amor tan natural, sano, aunque complicado debido a las circunstancias. Un amor que jamás ha dejado de latir en sus corazones. Son almas gemelas, del todo opuestos pese a que se complementan para formar algo hermoso. Debido a esos ardientes e intensos sentimientos, su relación en el presente, cuando se reencuentran, es puro fuego.

Hay mucha tensión sexual entre ellos, si bien, al mismo tiempo hay amor profundo, amor del bueno, de ese que remueve por dentro a la vez que les hace tomar algunas decisiones para ayudarse mutuamente. Indya y West actúan de modo que solo buscan el bien del otro, y así lo vamos descubriendo, poco a poco, a medida que avanza la trama.

La forma de escribir de la autora me ha resultado sencilla y adictiva. Tiene un estilo dinámico, que engancha y no se hace pesado. Me ha gustado, sí.

No quiero contar nada más para no meter la pata con algún spoiler. Sí os diré que, si os atraen las novelas de reencuentros, con un romance precioso, con mucha sensualidad, sin caer en lo soez... no dejéis escapar este libro. A mí me ha enamorado y pienso comprar todo lo que publiquen de esta autora en adelante. Solo espero que el próximo de la serie no se haga esperar demasiado.