Detalle de la opinión
4.3 2 0.5Cierre a la altura, pero... podría haber sido mejor
Valoración
4.0
En esta novela vamos a conocer la historia de Neville, el último de los cuatro amigos que permanecía soltero y que también, de los cuatro era el que, a priori, menos posibilidades tenía de contraer nupcias. No por su estatus social, sino porque a causa de una lesión cerebral no tiene una buena capacidad de habla. Y entonces, eso es un extra de dificultas en su desenvoltura para socializar con quienes están a su alrededor. Aquí, he de decir que aplaudo la valentía de la autora por poner como protagonistas y personajes secundarios atípicos. Demostrando así que todos tenemos derecho y la opción de a ser héroes. De nuestra propia historia y de la historia romántica de otra persona.
Y por este motivo, sin ser consciente lo menosprecian y le hacen de menos, amén de que contribuyen y mucho a que pase desapercibido. Incluso a pesar de sus dimensiones, pues físicamente es muy bien parecido y se parece a Sir Galahad de El rey Arturo. Y aquí ya se introduce el primer tema interesante de desarrollo, que no es otro que el hecho de que, en más de una ocasión, las buenas intenciones están llenas de daño. Y que un exceso de protección tampoco es bueno, ya que hay que darle a cada uno la libertad de poder vivir su vida en plenitud. Y con ello darle la opción a equivocarse.
Por eso, he de decir que me ha gustado mucho el hecho de que, precisamente sea Clara, una dama de compañía y "cuidadora" quien precisamente se dé cuenta de que no es tan débil como le han hecho creer y que por tanto, merece ser tratado como el ser humano que es. . Porque ella misma no tiene un físico imponente y también es bastante fuerte a causa de sus circunstancias. Deja así demostrado que, la verdadera fortaleza no es física, sino mental.
Y que por eso, que las apariencias engañan. De ahí que, antes de juzgar o criticar a nadie, tenemos que acercarnos y atrevernos a formarnos nuestra propia opinión al respecto de cualquier tema. Porque podríamos sorprendernos. Además de que, solo en la convivencia y en las distancias cortas es cuando realmente se conoce a la otra persona. Como bien sucede en esta abadía.
Aunque, en este caso, es Clara quien mejor encarna y representa esto porque, escoge un empleo como el de dama de compañía a sabiendas de que así pasará desapercibida a ojos de los demás. Aunque, solo entre incomprendidos y "apartados" se entienden entre ellos y por eso, Neville sí que la ve. Es más, juraría que incluso siente una especie de flechazo para con ella.
Es también una novela de amor, con múltiples y diferentes tipos de sentimiento entre sus páginas.
El primer tipo de amor es el que se puede sentir hacia los animales. Porque en mi caso creo que, el modo en que una persona se comporta y trata con ellos dice mucho al respecto de nosotros. Amén de que, también puede entenderse a la inversa. Son los animales quienes captan la esencia de una persona, otorgando así o no su confianza y cariño a las personas.
En mi caso me ha gustado además porque va más allá y critica al ser humano y cómo en ocasiones somos nosotros los principales responsables o no de la extinción de una especie animal. Así que así se convierte a la literatura en algo que va más allá de un mero entretenimiento o hobby. Un arma de denuncia de aquellos aspectos y menos brillantes de nuestra sociedad que, conviene de cuando en cuando recordar. Para sacarnos los colores. Más si lo merecemos. Junto a ello además, el hecho de que parte de esta subtrama esté inspirada en hechos reales, me ha gustado mucho.
Un ambiente íntimo que, a su vez, creo que define a la perfección cómo se desarrolla la relación de este par. Ya que, si tuviera que definir su relación, es un friends to lovers y un slow burn de manual.
Pero, como volveré sobre ellos, prefiero dedicar mi atención a otros tipos de amores presentes en la novela como puede ser por ejemplo, el amor entre los miembros de una familia. El cual puede ser sano o tóxico.
Y en este sentido, la autora también sirve para poner de relieve la situación de la mujer en la época. Y sirve a su vez, para que seamos conscientes de que, si bien hay cosas en las que sí hemos mejorado, hay otras que merecen un amplio espectro de mejora aún.
Como puede ser la validez laboral de la mujer, asociada a determinados empleos. Y es que Clara no quiere ser dama de compañía para siempre, no es otra cosa que un impasse y un dejar pasar porque su intención es la de trabajar de secretaria para su hermano, el único de la familia que ha podido estudiar.
No porque sea el más válido o capaz, porque de hecho, es Clara quien lo es. Sino porque, hasta no hace demasiado tiempo, las mujeres no tenían derecho u opción a estudiar. Y ni hablar ya de estudios superiores como la universidad. Y es que una mujer con conocimiento es peligrosa. Y no conviene, porque la historia y los cargos de poder están en manos de hombres y han de evitar tal competencia.
El hermano, he de decir que, me ha sorprendido en lo que su arco argumental porque al inicio pensé que era un villano, pero luego me dio la sensación de que quizás podría ser que... y al final, queda demostrado que no podemos negar nuestra naturaleza ni quiénes somos realmente.
Además, también se introduce el tema de la sororidad entre las mujeres de una familia y cómo es difícil ser padres y poder respetar bien la individualidad de nuestros hijos. Por eso, hay que evitar las comparaciones, que son siempre odiosas. Y por eso, la madre de Clara no es una buena madre, porque, una vez más usa ese paternalismo para compararlos y ella siempre sale perdiendo.
Y al revés, tras todo lo que ha vivido, tendría que apoyarla más. Pero, queda demostrado que si las mujeres nos apoyásemos más entre nosotras en lugar de considerarnos enemigas o hacernos de menos, principalmente cuando hay hombres de por medio, el mundo sería un lugar mejor para todos.
Pero, gracias a la empleadora de Clara, quien es la tía de Laura, una de las anteriores protagonistas femeninas, se pone de relieve la sabiduría y astucia que tienen los mayores en nuestra sociedad. Y cómo es un error ignorarlos, ya que se dan cuenta de todo antes que nadie. Amén de que, una vez más se introduce el tema de la debilidad de las personas asociándola a un físico determinado, cuando no es así.
También se habla del amor por la familia que se escoge, los amigos. Y aquí, nuevamente se introduce la idea de que la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Por eso, cuanto más diferentes sean de nosotros mismos quienes están a nuestro alrededor, más ricos seremos. Detalle que los desamparados cumplen a la perfección. Aunque, he de decir que, una vez más, me ha gustado que sea Justin quien, como anfitrión de la casa, recobre cierto grado de protagonismo y así, por tanto, podamos ver mejor su evolución desde la primera novela.
Aunque, lo que más me ha gustado es el poder de la comunicación y las palabras. Porque en más de un caso, más de un personaje principal ha hablado con un secundario y ha tenido una conversación "reveladora" que nos ha permitido así ver lo fácil que es confundir cariño con sentimiento de culpabilidad. Y que la conciencia es muy peligrosa, hasta el punto tal de tomar decisiones al respecto.
Pero eso sí, tampoco debemos dejar que ese sentimiento gobierne nuestras vidas, porque entonces no vivimos, sino que sobrevivimos y así no podremos ser felices del todo.
Y sobre todo, se hace hincapié en el perdón, hacia los demás, pero también hacia uno mismo como antesala también para ser felices. Por eso, hay que apartarse y romper con todo aquello y todas aquellas personas que nos impiden alcanzarla.
Porque las palabras pueden hacer mucho daño también. Y aquí es donde se ve a la perfección cómo las cosas tampoco han cambiado demasiado en lo que a las mujeres se refiere, ya que, si en una situación peliaguda o peligrosa hay una mujer que aparece implicada, a pesar de que esta implicación sea mucho menor, siempre saldrá más perjudicada. E incluso, en aquellos casos en los que tiene la razón, la duda acerca de su credibilidad, persistirá y la dejará marcada para siempre. Y eso es tremendamente injusto.
Junto a ello, también me ha gustado mucho el hecho de que se le rinda un homenaje más que merecido a la literatura. Y en este caso en particular, a la poesía. Género que, en mi opinión es el más difícil de leer y de opinar, porque la psique de cada persona es individual y por lo tanto, las circunstancias de cada uno influyen y mucho a la hora de acercarse a ella de uno u otro modo.
Pero la poesía habla, principalmente de sentimientos. Y por eso, es fácil sentirse identificado con quien lo escribe o que este, por muchos siglos de distancia que haya, defina lo que nos sucede a la perfección. Hasta el punto tal de que nosotros podamos usar sus propias palabras para hablar de nuestras circunstancias.
La poesía sirve también para que recordemos que, no podemos dejar a un lado algo que nos gustaba a causa de una mala experiencia con una persona asociada a ella. Porque, al no volver a la misma, le estamos dando un poder que ya no debería tener sobre nosotros. Así que, que vuelva a ser Neville el que reconcilie a Clara con Tennyson ha sido perfecto.
Pero tiene mucho sentido, por increíble que pueda parecer, el peso que tiene la comunicación en una novela donde su protagonista tiene dificultad en el habla. Porque la comunicación va con palabras, sí. Pero también con gestos. Y ambas conforman un todo y por tanto, son igual de importantes.
Y hay mucho amor romántico. Bueno y malo, porque se habla del impacto que tienen los primeros amores hasta el punto tal de convertirlos en inolvidables y en vara de medir y comparativa para los que vendrán después. Y eso es un error, porque se les idealiza y convierte en perfectos, cuando la perfección no existe.
De ahí que, una vez sufrido el golpe de realidad, este es mucho más doloroso. Más si no hay apoyo por parte de quienes están a nuestro alrededor. Provocando incluso que, nos cerremos al sentimientos y nos concentremos más en otros ámbitos y aspectos de la vida.
Craso error. Porque una acción o hecho puntual no tiene por qué definirnos para siempre. Más si hay voluntad de cambio o arrepentimiento por nuestra parte. Pero además, nos advierte que no podemos plantarle cara o resistencia al amor, porque será una batalla perdida de antemano.
Ya que el amor aparece dónde, cómo, cuando y con quien menos lo esperamos. Incluso en lugares inhóspitos como la abadía de Greyfriar con una climatología que para nada invita al romanticismo. Pero sucede.
No esperéis una historia de amor con grandes gestos, sino que es todo mucho más íntimo y privado y cocida a un fuego que, en ocasiones, incluso puede ser algo más lento de lo habitual. Aún así, el amor pone de relieve que puede ser el revulsivo para darnos cuenta de lo que he comentado anteriormente. Es decir, que todos tenemos la opción de ser el héroe o la heroína de nuestra propia historia. Y por eso, he de decir que me ha sorprendido que, rompa con la dinámica anterior y en este caso sea Neville quien dé ese paso al frente. Aunque, por otra parte, pegaba y casaba mucho más con su arco argumental como personaje.
Pero esa no es la única sorpresa asociada a este personaje, quien guarda un as bajo su manga, al menos desde el punto de vista económico. Mismas revelaciones que, al final revelan un par de informaciones que caen de cajón.
Como puede ser que no debemos confundir el hecho de ser solitarios con estar solos. Porque no es lo mismo. Pero también, que son las personas las que convierten un lugar en un hogar. Incluso aunque sea una granja perdida en mitad de Devon.
Al fin y al cabo el amor es el sentimiento que provocará que se derrita el frío de nuestro corazón y se rompan las cadenas con las que lo hemos protegido a buen recaudo durante mucho tiempo. Pero también, es el que nos recuerda que tenemos que encontrar a esa persona que sea siempre la mejor compañía. Sea de primavera, sea de invierno. Porque su amor será quien nos dé el calor que solo él puede traer.
Y por este motivo, sin ser consciente lo menosprecian y le hacen de menos, amén de que contribuyen y mucho a que pase desapercibido. Incluso a pesar de sus dimensiones, pues físicamente es muy bien parecido y se parece a Sir Galahad de El rey Arturo. Y aquí ya se introduce el primer tema interesante de desarrollo, que no es otro que el hecho de que, en más de una ocasión, las buenas intenciones están llenas de daño. Y que un exceso de protección tampoco es bueno, ya que hay que darle a cada uno la libertad de poder vivir su vida en plenitud. Y con ello darle la opción a equivocarse.
Por eso, he de decir que me ha gustado mucho el hecho de que, precisamente sea Clara, una dama de compañía y "cuidadora" quien precisamente se dé cuenta de que no es tan débil como le han hecho creer y que por tanto, merece ser tratado como el ser humano que es. . Porque ella misma no tiene un físico imponente y también es bastante fuerte a causa de sus circunstancias. Deja así demostrado que, la verdadera fortaleza no es física, sino mental.
Y que por eso, que las apariencias engañan. De ahí que, antes de juzgar o criticar a nadie, tenemos que acercarnos y atrevernos a formarnos nuestra propia opinión al respecto de cualquier tema. Porque podríamos sorprendernos. Además de que, solo en la convivencia y en las distancias cortas es cuando realmente se conoce a la otra persona. Como bien sucede en esta abadía.
Aunque, en este caso, es Clara quien mejor encarna y representa esto porque, escoge un empleo como el de dama de compañía a sabiendas de que así pasará desapercibida a ojos de los demás. Aunque, solo entre incomprendidos y "apartados" se entienden entre ellos y por eso, Neville sí que la ve. Es más, juraría que incluso siente una especie de flechazo para con ella.
Es también una novela de amor, con múltiples y diferentes tipos de sentimiento entre sus páginas.
El primer tipo de amor es el que se puede sentir hacia los animales. Porque en mi caso creo que, el modo en que una persona se comporta y trata con ellos dice mucho al respecto de nosotros. Amén de que, también puede entenderse a la inversa. Son los animales quienes captan la esencia de una persona, otorgando así o no su confianza y cariño a las personas.
En mi caso me ha gustado además porque va más allá y critica al ser humano y cómo en ocasiones somos nosotros los principales responsables o no de la extinción de una especie animal. Así que así se convierte a la literatura en algo que va más allá de un mero entretenimiento o hobby. Un arma de denuncia de aquellos aspectos y menos brillantes de nuestra sociedad que, conviene de cuando en cuando recordar. Para sacarnos los colores. Más si lo merecemos. Junto a ello además, el hecho de que parte de esta subtrama esté inspirada en hechos reales, me ha gustado mucho.
Un ambiente íntimo que, a su vez, creo que define a la perfección cómo se desarrolla la relación de este par. Ya que, si tuviera que definir su relación, es un friends to lovers y un slow burn de manual.
Pero, como volveré sobre ellos, prefiero dedicar mi atención a otros tipos de amores presentes en la novela como puede ser por ejemplo, el amor entre los miembros de una familia. El cual puede ser sano o tóxico.
Y en este sentido, la autora también sirve para poner de relieve la situación de la mujer en la época. Y sirve a su vez, para que seamos conscientes de que, si bien hay cosas en las que sí hemos mejorado, hay otras que merecen un amplio espectro de mejora aún.
Como puede ser la validez laboral de la mujer, asociada a determinados empleos. Y es que Clara no quiere ser dama de compañía para siempre, no es otra cosa que un impasse y un dejar pasar porque su intención es la de trabajar de secretaria para su hermano, el único de la familia que ha podido estudiar.
No porque sea el más válido o capaz, porque de hecho, es Clara quien lo es. Sino porque, hasta no hace demasiado tiempo, las mujeres no tenían derecho u opción a estudiar. Y ni hablar ya de estudios superiores como la universidad. Y es que una mujer con conocimiento es peligrosa. Y no conviene, porque la historia y los cargos de poder están en manos de hombres y han de evitar tal competencia.
El hermano, he de decir que, me ha sorprendido en lo que su arco argumental porque al inicio pensé que era un villano, pero luego me dio la sensación de que quizás podría ser que... y al final, queda demostrado que no podemos negar nuestra naturaleza ni quiénes somos realmente.
Además, también se introduce el tema de la sororidad entre las mujeres de una familia y cómo es difícil ser padres y poder respetar bien la individualidad de nuestros hijos. Por eso, hay que evitar las comparaciones, que son siempre odiosas. Y por eso, la madre de Clara no es una buena madre, porque, una vez más usa ese paternalismo para compararlos y ella siempre sale perdiendo.
Y al revés, tras todo lo que ha vivido, tendría que apoyarla más. Pero, queda demostrado que si las mujeres nos apoyásemos más entre nosotras en lugar de considerarnos enemigas o hacernos de menos, principalmente cuando hay hombres de por medio, el mundo sería un lugar mejor para todos.
Pero, gracias a la empleadora de Clara, quien es la tía de Laura, una de las anteriores protagonistas femeninas, se pone de relieve la sabiduría y astucia que tienen los mayores en nuestra sociedad. Y cómo es un error ignorarlos, ya que se dan cuenta de todo antes que nadie. Amén de que, una vez más se introduce el tema de la debilidad de las personas asociándola a un físico determinado, cuando no es así.
También se habla del amor por la familia que se escoge, los amigos. Y aquí, nuevamente se introduce la idea de que la diferencia enriquece y no tiene por qué separar. Por eso, cuanto más diferentes sean de nosotros mismos quienes están a nuestro alrededor, más ricos seremos. Detalle que los desamparados cumplen a la perfección. Aunque, he de decir que, una vez más, me ha gustado que sea Justin quien, como anfitrión de la casa, recobre cierto grado de protagonismo y así, por tanto, podamos ver mejor su evolución desde la primera novela.
Aunque, lo que más me ha gustado es el poder de la comunicación y las palabras. Porque en más de un caso, más de un personaje principal ha hablado con un secundario y ha tenido una conversación "reveladora" que nos ha permitido así ver lo fácil que es confundir cariño con sentimiento de culpabilidad. Y que la conciencia es muy peligrosa, hasta el punto tal de tomar decisiones al respecto.
Pero eso sí, tampoco debemos dejar que ese sentimiento gobierne nuestras vidas, porque entonces no vivimos, sino que sobrevivimos y así no podremos ser felices del todo.
Y sobre todo, se hace hincapié en el perdón, hacia los demás, pero también hacia uno mismo como antesala también para ser felices. Por eso, hay que apartarse y romper con todo aquello y todas aquellas personas que nos impiden alcanzarla.
Porque las palabras pueden hacer mucho daño también. Y aquí es donde se ve a la perfección cómo las cosas tampoco han cambiado demasiado en lo que a las mujeres se refiere, ya que, si en una situación peliaguda o peligrosa hay una mujer que aparece implicada, a pesar de que esta implicación sea mucho menor, siempre saldrá más perjudicada. E incluso, en aquellos casos en los que tiene la razón, la duda acerca de su credibilidad, persistirá y la dejará marcada para siempre. Y eso es tremendamente injusto.
Junto a ello, también me ha gustado mucho el hecho de que se le rinda un homenaje más que merecido a la literatura. Y en este caso en particular, a la poesía. Género que, en mi opinión es el más difícil de leer y de opinar, porque la psique de cada persona es individual y por lo tanto, las circunstancias de cada uno influyen y mucho a la hora de acercarse a ella de uno u otro modo.
Pero la poesía habla, principalmente de sentimientos. Y por eso, es fácil sentirse identificado con quien lo escribe o que este, por muchos siglos de distancia que haya, defina lo que nos sucede a la perfección. Hasta el punto tal de que nosotros podamos usar sus propias palabras para hablar de nuestras circunstancias.
La poesía sirve también para que recordemos que, no podemos dejar a un lado algo que nos gustaba a causa de una mala experiencia con una persona asociada a ella. Porque, al no volver a la misma, le estamos dando un poder que ya no debería tener sobre nosotros. Así que, que vuelva a ser Neville el que reconcilie a Clara con Tennyson ha sido perfecto.
Pero tiene mucho sentido, por increíble que pueda parecer, el peso que tiene la comunicación en una novela donde su protagonista tiene dificultad en el habla. Porque la comunicación va con palabras, sí. Pero también con gestos. Y ambas conforman un todo y por tanto, son igual de importantes.
Y hay mucho amor romántico. Bueno y malo, porque se habla del impacto que tienen los primeros amores hasta el punto tal de convertirlos en inolvidables y en vara de medir y comparativa para los que vendrán después. Y eso es un error, porque se les idealiza y convierte en perfectos, cuando la perfección no existe.
De ahí que, una vez sufrido el golpe de realidad, este es mucho más doloroso. Más si no hay apoyo por parte de quienes están a nuestro alrededor. Provocando incluso que, nos cerremos al sentimientos y nos concentremos más en otros ámbitos y aspectos de la vida.
Craso error. Porque una acción o hecho puntual no tiene por qué definirnos para siempre. Más si hay voluntad de cambio o arrepentimiento por nuestra parte. Pero además, nos advierte que no podemos plantarle cara o resistencia al amor, porque será una batalla perdida de antemano.
Ya que el amor aparece dónde, cómo, cuando y con quien menos lo esperamos. Incluso en lugares inhóspitos como la abadía de Greyfriar con una climatología que para nada invita al romanticismo. Pero sucede.
No esperéis una historia de amor con grandes gestos, sino que es todo mucho más íntimo y privado y cocida a un fuego que, en ocasiones, incluso puede ser algo más lento de lo habitual. Aún así, el amor pone de relieve que puede ser el revulsivo para darnos cuenta de lo que he comentado anteriormente. Es decir, que todos tenemos la opción de ser el héroe o la heroína de nuestra propia historia. Y por eso, he de decir que me ha sorprendido que, rompa con la dinámica anterior y en este caso sea Neville quien dé ese paso al frente. Aunque, por otra parte, pegaba y casaba mucho más con su arco argumental como personaje.
Pero esa no es la única sorpresa asociada a este personaje, quien guarda un as bajo su manga, al menos desde el punto de vista económico. Mismas revelaciones que, al final revelan un par de informaciones que caen de cajón.
Como puede ser que no debemos confundir el hecho de ser solitarios con estar solos. Porque no es lo mismo. Pero también, que son las personas las que convierten un lugar en un hogar. Incluso aunque sea una granja perdida en mitad de Devon.
Al fin y al cabo el amor es el sentimiento que provocará que se derrita el frío de nuestro corazón y se rompan las cadenas con las que lo hemos protegido a buen recaudo durante mucho tiempo. Pero también, es el que nos recuerda que tenemos que encontrar a esa persona que sea siempre la mejor compañía. Sea de primavera, sea de invierno. Porque su amor será quien nos dé el calor que solo él puede traer.