Nos encontramos en plena Revolución Francesa con los protagonistas (Gilles y Caroline) en bandos rivales. Mientras que Gilles Étienne trabaja para el padre de Caroline en una fábrica de jabón en Marsella, los sábados participa en las reuniones de los jacobinos. Y, aunque la familia de la protagonista no se posicione, todos son monárquicos excepto el hijo.

Cuando Gilles sale de trabajar, a veces se junta con su hermano (Maxence) y Émile (hermano de Caroline), los tres forman el Trío Calavera por así llamarlo. Se retan con apuestas a besar a desconocidas y así "entretenerse"; aunque Guilles da la impresión que participa para ganar dinero, está desesperado por estudiar medicina. Y los tres son jacobinos.

Mientras que su hermano Maxence pudo decidir su destino y sus padres le dejaron estudiar medicina, a Víctor (hermano mayor) y Gilles les encomiaron a trabajar con su padre en alta mar (podemos llamarlo pirata o comerciante sin licencia reconocida). Gilles estuvo durante un tiempo conociendo el oficio de su progenitor y, al final, decidió poner los pies en la tierra y luchar por su sueño. Así, decide buscar un trabajo y ahorrar todo lo que puede para poder estudiar.

Dicho esto, Émile decide hacerle una broma (o encerrona) a su amigo Gilles y reta a que bese a su hermana (sin que éste sepa que es su hermana). La joven está al tanto de las artimañas de los tres y le acaba por poner en su sitio. Y así es como empieza la historia y comienza la relación entre ellos. Un inicio nada sencillo puesto que ella es monárquica, la hija de su jefe y le acaba de rechazar por todo lo alto.

Aunque Caroline y Gilles no coinciden en política, sí que consiguen acercar posturas y ambos odian la situación por la que está pasando el país. Gilles va saliendo poco a poco de su burbuja extremista y de sus mantras patrióticos para llegar a una más moderada, donde defiende la caída de la Corona pero no justifica la violencia y derramamiento de sangre.

Los protagonistas no lo tendrán nada fácil, con cada página la situación es cada vez más crítica y el clima más asfixiante. La gente se radicaliza a pasos agigantados y unos se señalan a los otros. Cuando hay una auténtica caza a los monárquicos (entre ellos clero, nobleza, etc) cualquier ayuda que les brinde un jacobino acaba señalado también como enemigo. La autora consigue mantener en vilo al lector.

Por otra parte, es necesario aclarar que se trata una novela clean romance y que tiene mucho contexto político-histórico. No solo se centra en la trama romántica, en algunos capítulos toma más relevancia la situación del momento (persecuciones, espionaje, etc).

Una trama original y muy bien llevada con protagonistas bien construidos y con una gran evolución (en especial Gilles). Se nota el trabajo de documentación y todo el trabajo de síntesis que hay detrás. Me encantaría leer más historias de esta autora. Por mi parte, solo puedo recomendarlo, no me ha durado ni un día.

Si os gustó «El destino de Elisabeth» de Laura Frantz, publicado por esta misma editorial, creo que este libro también os encantará.