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El Síndrome de Stendhal
PopularDetalles del libro
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Se conoce como Síndrome de Stendhal a la reacción extraordinaria de algunas personas ante la acumulación de arte y belleza. Provoca aumento del ritmo cardíaco, temblor, palpitaciones, vértigo y confusión.
Chiara Laso de la Vega llegó a Florencia para encontrarse con su mejor amiga, conservadora de la Galería de la Academia de Florencia, que la había invitado para ser testigo de una jornada de limpieza del maravilloso David de Miguel Ángel, y tener el privilegio de ver de cerca la magnífica obra del genio del Renacimiento la impresionó lo suficiente como para ser considerada una víctima del Síndrome de Stendhal.
Sin embargo, su experiencia iría mucho más allá, porque su interesante visita privada al museo se transformaría pronto en una aventura inesperada y asombrosa, mágica, que le cambiaría la vida para siempre.
Opiniones de los usuarios
Su personaje me ha gustado mucho porque sirve de canal de transmisión para poner punto y final a esa absurda rivalidad que plantea que los de letras y los de ciencias nos llevamos mal ya que, ella, es una mujer muy de ciencias, pero siente mucho interés en las disciplinas artísticas. Un pequeño guiño a todos aquellos genios y genias - porque también hubo mujeres - del Renacimiento.
Otro aspecto que también me ha gustado es el enorme peso femenino que esta novela tiene. Así:
Reivindica el papel de la mujer en la ciencia tanto por la profesión de Chiara como de Tiziana, su mejor amiga, la cual es una de las restauradoras de la escultura del David, sita en la Galería de la Academis florentina. Al mismo tiempo, hace una crítica brutal al machismo en ese sentido porque, a día de hoy, parece que las mujeres debemos esforzarnos el doble o el triple que nuestros colegas masculinos a la hora de realizar determinados trabajos y profesiones. Y muy especialmente en aquellas que tienen relación o han estado asociadas históricamente con los hombres o que tienen relación con el poder.
Pero no solo eso, también hace que las mujeres occidentales seamos consciente de nuestra relación de privilegio - a pesar de todas las desigualdades a las que nos enfrentamos día a día - con respecto a la situación de las mujeres en otras partes del mundo. Esta pullita debería servirnos de revulsivo para que, en lugar de criticarnos y nos veamos como rivales las unas de las otras, lo que deberíamos hacer es tener más sororidad.
Es por supuesto una original novela romántica en la que se habla de este sentimiento desde diferentes puntos de vista.
Se habla del amor familiar y con este tema recuerda que no es indispensable compartir un vínculo sanguíneo con otra personas para quererla como parte de nuestra familia. Pero también al contrario, que el mero hecho de compartir la misma sangre que otro no ha de conllevar de manera obligatoria el surgimiento del amor hacia el otro. Todas las relaciones han de cuidarse a diario y nunca jamás darlas por descontada.
Se habla también del concepto del amor mal entendido. Un comportamiento que solemos hacer sin que seamos, en la mayoría de las ocasiones, del mismo. Ese no es otro que el de endiosar a la persona amada y considerarla perfecta, cuando la perfección no existe. Detalle que, por cierto, la propia autora se encarga de informar incluso en relación con la estatua.
Si se hace es muy peligroso porque, se corre el riesgo de perderse a uno mismo en ese proceso al anteponer los deseos y planes de la persona que queremos incluso por encima de los nuestros propios. En muchos casos por incredulidad, pero en otros - a veces incluso, combinados - por falta de amor propio. Justo como hace Chiara. De ahí que sea un personaje tranquilo y paciente con el que el lector se va a sentir muy identificado.
Y, aunque el mensaje es erróneo, está muy bien que se haya incluido porque con esta acción, la autora nos recuerda que nosotros debemos ser siempre la prioridad frente a los demás y que, a diario debemos trabajar en nuestro amor propio. El más importante que tendremos en nuestra vida y que nos permitirá también poder querer bien a los demás.
Por último, relacionado con esto, se hace alusión a lo difícil que es saber pronunciar, pero sobre todo, aceptar una negativa. En todos los aspectos de nuestras vidas, aunque muy especialmente en el romántico. Pero está muy bien recordar que los sentimientos pertenecen al campo de la subjetividad de cada uno y por tanto, no podemos obligar a nadie a que nos quiera ni a que lo haga del modo en que nosotros lo hacemos.
Interesante es la inclusión de un tipo de amor poco tratado en la novela romántica como es el amor por la fama. Especialmente porque, de nuevo, este suele estar mal entendido y en numerosos casos, se dejan guiar más por la ceguera del brillo de la fama que por la persona en sí. Otro modo de recordar lo erróneo de endiosar a los demás.
Pero es interesante también porque incluye la perspectiva desde el otro lado. Es decir, desde el famoso implicado. Y de nuevo se comprueba que no todo es oro lo que reluce e incluso entiende que tras esos halagos y seguridad en sí mismos, se encuentren personas frágiles, tímidas e incluso hastiadas y desconfiadas por naturaleza, porque ya no saben si el motivo por el cual se acercan a ellas para conocerlas es por sí mismas por la larga estela de la fama. O dicho de otra manera, si el personaje famoso se ha comido al real de tal modo que el segundo es invisible. Una metáfora muy bien tratada en Domenico.
Hay, como no puede ser de otra manera, alusión a una historia de amor. Normal porque se narra con mucha fluidez y maestría ese cambio y proceso del friends to lovers. En este caso además, confirma mi idea acerca de que las mejores relaciones de pareja son aquellas en las que los amigos además de ser amantes, también son amigos. Si bien es cierto que la pérdida es doble si se produce la ruptura y también es el motivo por el cual en numerosos cambios hay miedo a la hora de dar ese último paso que provoque el cambio.
Junto a ello, con el surgimiento de una amistad tan original entre los protagonistas, se demuestra que debemos rodearnos de personas que son diferentes a nosotros porque la diferencia siempre suma y enriquece y nunca resta.
Pero además, hay una muy bella historia de amor que entronca con la idea del destino y que demuestra que, si dos almas están destinadas a encontrarse, el hilo rojo que las ha unido, terminará buscando el momento y el lugar para hacerlo. Solo debemos ser pacientes. Virtud que no está muy a la orden del día, por desgracia.
Es una novela breve que me bebí en la cual todo lo narrado es muy original y nada parecido a lo que había leído antes, pero está tan bien narrado e hilado que realidad y ficción casan perfectamente y de forma muy lógica y razonable a pesar de lo increíble de esta historia.
Lo he dicho, pero lo repetiré.
Me ha encantado.
Y vosotros debéis leerla también porque seguro que también la vais a disfrutar tremendamente.
Estoy ante una de esas reseñas que me cuesta horrores hacer y no por no saber qué decir, sino más bien todo lo contrario.
Tal como dice la sinopsis; Chiara, que está pasando por un momento personal complicado, viaja a Florencia desde su hogar en Roma para pasar su cumpleaños con su mejor amiga, la cual trabaja nada más y nada menos que como conservadora en la galería de arte donde está el David de Miguel Ángel.
Chiara no puede creer que vaya a ver la obra de arte por excelencia del gran Miguel Ángel y de tan cerca y aún menos puede sospechar siquiera que este hecho le vaya a cambiar la vida para siempre.
Es imposible resumir o contar más detalles de la novela sin dar datos importantes, así que no puedo decir más sobre la trama de la novela y eso que está historia daría para mucho.
Lo que si puedo contar es lo fascinada que me ha dejado la autora con esta magnífica historia.
He tenido la oportunidad de ir a Florencia y estar frente al David. Y si ya me fascinó en ese momento, de hecho es un lugar al que quiero volver, después de terminar de leer la novela lo primero que he pensado ha sido: tengo que volver a Florencia.
Así de necesitada me ha dejado.
Y es que esa ciudad y, sobre todo, esa escultura tan peculiar, sobrecogen. Por lo que he entendido a Chiara desde el primer momento y me ha encantado vivir esta experiencia con ella y sus compañeros de aventuras.
Claudia es una autora formidable. Sus novelas son muy especiales pues están muy cuidadas y absolutamente originales y tremendamente adictivas. Además, siempre consigue sorprenderme.
Al comienzo de esta novela, y durante varios capítulos, me tenía desconcertada a la vez que encandilada. He estado a punto de hacer algo que jamás he hecho, y es querer leer directamente el final para tener una idea de lo que me esperaba pues sinceramente, no veía la manera de como se desarrollaría la trama.
¡Y vaya trama! Que experiencia tan deliciosa.
De verdad que es una historia que merece la pena ser leída y saboreada pues no tiene desperdicio. Es un viaje a una ciudad espléndida, con unos protagonistas que roban el aliento y una trama llena de giros, sorpresas, intriga, amor y pasión muy bien hilvanada, sin falta de detalle y totalmente coherente.
La verdad es que solo tengo palabras de elogios para esta excelente joya que sin duda se queda entre mis novelas favoritas, Claudia nunca me defrauda. Tiene un don muy especial en su pluma que a mí al menos me transmite todas las emociones posibles. Además de una elegancia innata en su forma de escribir que me enamora cada vez más.
Me postro ante sus pies y le doy las gracias por haberme hecho vivir esta aventura.
La recomiendo leer encarecidamente.