Las buenas críticas y alguna recomendación me llevaron a este libro, si bien me enganchó para saber cómo avanzaba la relación y la protagonista femenina me gustó, me dejó un poco horrorizada que se hablara de violaciones con total ligereza y que incluso las mujeres pensaran que no era para tanto. No lo vi muy natural y que el hombre al que quieres te viole y luego la vida siga como si nada, me impactó bastante. Es el punto flojo que le encuentro a la novela y aunque fueran costumbres de la época, mi mente contemporánea sufre al leer algo así, de modo que espero que si leo algo más de la autora, carezca de este añadido tan brutal.

Por lo demás, decir que la trama me gustó y que me pareció original que la protagonista femenina fuese criada como un chico, para mí eso lo hizo diferente, al igual que estuviera ambientada en el mundo de los vikingos, aunque me hubiera gustado saber más sobre sus costumbres y formas de vida, en el libro se ve, pero hubiera preferido algo más exhaustivo.

Cuenta la historia de Lady Brenna una mujer celta que durante la mayor parte de su vida fue educada como el varón que su padre no tuvo. Brenna sabe luchar mejor que cualquier hombre, es muy hábil con la espada y no soporta que le recuerden que es una mujer. Para gran desgracia suya, su padre preocupado con las frecuentes invasiones que los vikingos realizan en las costas de Gran Bretaña, pacta una alianza con un poderoso jefe vikingo ofreciendo a Brenna como esposa del hijo menor de este. Mientras Brenna se prepara para su futuro como esposa de un bárbaro, los vikingos se preparan para atacar esas tierras, pues la alianza matrimonial no ha sido nada más que una treta para pillarles con la guardia baja. Brenna ve como los odiados vikingos matan a su gente y capturan a los que no están muertos, ella se salva de ser violada por los vikingos pero no le ocurre lo mismo al resto de la mujeres con las que se ha criado. Después de ver la destrucción que esos hombre han causado, Brenna esta sedienta de venganza.

Garrick Hardrad, el "prometido" de Brenna, permanece ajeno a todos estos hechos, en realidad él es simplemente un comerciante y no sabe nada de la falsa alianza que su padre ha pactado con los celtas, ni del ataque posterior y mucho menos de su supuesta prometida, por eso se sorprende al encontrarse con la pequeña beldad celta que su padre le ha traído como regalo. Garrick se siente fascinado por Brenna, pero él ahora es un hombre frío (como diría Anthony Malory... "plantado y nunca recuperado") y se niega a aceptar los sentimientos que la joven le despierta.

Este libro es uno de los pocos de Johanna Lindsey, en los que no encontramos ese sentido del humor chispeante por el que es tan famosa. Se trata de un libro muy intenso, con gran cantidad de sentimientos en el que las personalidades y culturas de Brenna y Garrick chocan continuamente. Los celos y la desconfianza son dos emociones que gobiernan la mayoría de sus actos y ambos tardan mucho tiempo en reconocer sus sentimientos. Brenna es una mujer obstinada y orgullosa, Garrick un hombre con un fuerte temperamento y una fría determinación. Esclava y Vikingo. La lucha entre ambos no tiene tregua... ¿pero se impondrá al fin el amor?

Para terminar tengo que añadir que si bien habitualmente mis novelas favoritas son aquellas en las que aparece alguna que otra escena chispeante que me haga reír, este libro me gustó mucho... hasta llegar a cierta escena que yo calificaría de violación. Detesto que hagan eso en estas novelas, sobre todo porque lo tratan como algo normal que simplemente forma parte del libro... y porque normalmente la protagonista en cuestión lo acepta sin más y sigue enamorada del protagonista como si no hubiese pasado nada.